Por Ka Penichet/@KaPenichet
«Uno de mis miedos es el dejar de sonreír en la vida y eso es lo que me mueve a crear este tipo de trabajo»
Tras ganar el I Certamen Nacional de Artes Escénicas de los Teatros Luchana en julio, Postales para un niño de la compañía de teatro murciana Más, regresa a la cartelera madrileña. El elenco de este espectáculo está compuesto por seis personas sin hogar de la Fundación Jesús Abandonado, un niño voluntario de la misma y tres actores profesionales. La función realiza una encomiable labor de integración trasladando a todos los públicos un mensaje de sensibilización para evitar prejuicios. Hablar de calidad humana, es cuidar de nuestros vínculos con lo demás y de eso me ha dado una clase magistral a lo largo de la siguiente entrevista, Pepe Galera, director del montaje. No creo que sea una casualidad que la fecha elegida para el estreno de esta joyita coincida con el mismo día de la celebración del Gordo de la Navidad. Los verdaderos premios no se monetizan sino que se disfrutan. Así que, tanto si ganas como si no, acércate a descubrir este montaje y comprobarás todos los motivos por los que se ha catalogado como espectáculo recomendado de la red de teatros.
¿Cómo entras en contacto con la Fundación Jesús Abandonado?
Una trabajadora de la Fundación se pone en contacto conmigo porque sabía que me gustaba muchísimo la docencia y la pedagogía teatral y me preguntó que si yo pensaba que el teatro podría proporcionar herramientas a las personas con las que trabaja la Fundación, personas sin hogar y vulnerables. Recuerdo ese momento con muchísimo cariño.
En la ficha técnica no se atribuye la dramaturgia a nadie, ¿cuál es el proceso de creación de un montaje de estas características?
La dramaturgia es colectiva y parte de un proceso creativo de toda la compañía de teatro y entonces se sucede en diferentes fases. El ayudante de dirección se encarga de ir recogiendo todas las palabras, imágenes… todo lo que evoca hasta que logra dejar plasmadas todas las aportaciones del equipo.
¿Cómo se plantea a los miembros de la Fundación la posibilidad de formar parte del montaje? ¿Qué criterios se escogen para desarrollar el proceso de casting?
Parece sencillo, pero a la vez es complicado. Todo esto nace raíz de un taller de teatro terapéutico que se realiza en la Fundación. Conforme fuimos creando espectáculos nos vimos en la necesidad de crear la Compañía de Teatro Más. No llegamos a hacer ningún casting, simplemente invitamos a las personas a participar, se presentaron 6 y admitimos a todos.
¿Está dirigido a un público determinado?
En su momento el actor que hacía de niño tenía 7 años (actualmente tiene 9) y pensamos que si éste era capaz de expresar sus miedos, crear una obra… cualquier persona podría hacerlo. En definitiva, está dirigido a adultos y a público familiar.
¿Percibes diferencias entre la recepción ha tenido entre el público adulto y el adolescente?
Para nada. Ninguna porque es un espectáculo creado por gente de muy diversas edades donde hablamos de emociones y de juego teatral que son universales.
¿Cómo equilibras entre el drama y los momentos cómicos del montaje?
Eso es una marca de la compañía porque en todos los espectáculos siempre hay drama, tragedia, comedia, surrealismo, absurdo, diversión… es un poco lo que te puedes encontrar en nuestro día a día.
Si nos detenemos a observar las profesiones de los actores no profesionales ¿podemos afirmar que la exclusión social no conoce de clases?
Existe una delgada línea que es muy fácil rebasar en cualquier momento. De hecho, existe un estudio que dice que cualquier persona puede encontrarse en una situación de exclusión social. Es verdad que hasta que no lo vives no eres consciente de ello. Siempre tendemos a relacionar a una persona sin hogar con los inmigrantes, drogodependientes… y esa no es la realidad de hoy en día.
¿Qué vínculos has establecido con los actores no profesionales profesionales?
Llevo trabajando con ellos desde hace 5 años con lo que juego con la ventaja de que los vínculos establecidos son muy estrechos. El enriquecimiento que provoca el trato de los unos con los otros es muy elevado, tanto a nivel personal como profesional.
¿Cómo se lleva a cabo el proceso de creación?
En un primer momento me reúno con un terapeuta a la que le comento que quiero trabajar en una emoción que, a priori parece negativa, como el miedo. La finalidad era crear una red de protección para los miembros de la Fundación.
La segunda fase consistía en convocar a toda la compañía para que cada uno hablara de un miedo, emocional, real y personal. En una acto de sinceridad todos expusimos nuestros miedos y la última persona que habló fue Quique, el niño. La última fase consistió en extrapolar el miedo personal de cada uno al espectador para convertirlo en universal y que pudiera llegar a más gente.
¿Difieren mucho los miedos de un adulto con respecto a los de un niño?
Todos estábamos expectantes por escuchar a Quique. Pensábamos que nos iba a contar que tenía miedo a dormir solo por las noches y resulta que tenía miedo a hacerse mayor. Nos quedamos todos con la boca abierta pensando que nosotros también sentíamos eso. Ahí nos dimos cuenta de que los miedos son comunes y universales independientemente de la edad, sexo…
Te atreverías a contarnos alguno de tus miedos.
Yo realmente no llegué a exponer ningún miedo personal pero creo que todos mis miedos están en la obra de teatro. Es verdad que hay un miedo en mí que es el dejar de sonreír en la vida y eso es lo que me mueve a crear este tipo de trabajo.
¿Qué te impulsó a presentarte al I Certamen de Artes Escénicas de los Luchana?
La falta de miedo con respecto a que nosotros somos una compañía de teatro que trabajamos en el campo inclusivo. Hay una parte en la que nosotros mismos, frente a espectáculos profesionales, nos sentimos un poco inferiores. De ahí la sorpresa y cómo lo celebramos cuando nos enteramos que estábamos seleccionados. Había espectáculos de una calidad artística total a nivel nacional, de Alberto Velasco, de La Zaranda…
¿Cómo ha sido esta experiencia para la compañía?
Yo creo que lo hemos vivido de la mejor manera posible. Estando alegres cuando hemos tenido que estarlo pero también con mucha responsabilidad. Estamos en una nube, en una sonrisa continua. El momento en el que recogimos el premio de manos de Juan Diego nos hizo mucha ilusión.
Si el remitente de la postal fueras tú ¿Qué mensaje lanzarías?
Esta pregunta la tenemos nosotros dentro del material didáctico durante el proceso creativo. Me cuesta decidirme pero creo que si yo fuera el remitente me gustaría lanzar un mensaje de confianza en la vida. Hay momentos buenos y momentos malos, pero seguro que la vida tiene un lugar maravilloso para cada uno.
Y si fueras el destinatario, ¿qué mensaje te gustaría recibir?
Me diría una frase del texto que dice que «El miedo es algo falso que parece real así que no dejes que el miedo decida por ti».
Algo que quieras añadir…
¡Ah pues mira! No te he contado una cosa súper bonita. Todos los actores cobran por el trabajo realizado y a las personas que reciben ayuda de la Fundación se les ha creado una libreta de ahorro para que todo el dinero que ganen de las funciones lo puedan destinar a su alquiler, a su comida… Por eso vamos un poco con sustito a Madrid. Necesitamos un apoyo grande.
Teatros Luchana
Del 22 del diciembre al 4 de enero