La práctica de realizar un programa doble no es ninguna novedad en el género de la zarzuela. Desde el siglo XIX ha permitido coexistir piezas breves para formar propuestas muy exitosas. Los dos títulos que en esta ocasión compartirán velada ya han experimentado esta fórmula en otras ocasiones. Por ejemplo, en 1980 El Bateo se presentó con Gigantes y cabezudos; en 1994, con La verbena de la Paloma; y en 2008, con De Madrid a París. Por su parte, La Revoltosa se hizo en 1988 con El año pasado por agua; en 1991, con El dúo de ‘La africana’; y en 2007, con Las bribonas.

En abril El Bateo de Chueca, una obra de gran dinamismo festivo, repleta de escenas corales vibrantes, y La Revoltosa de Chapí, en la que el costumbrismo madrileño se entrelaza con un retrato pasional, lleno de tensiones y de escenas cómicas memorables, nos permitirán ver y reflexionar, con este interesante contraste, sobre nuestra percepción del género lírico breve en el siglo XXI.

El interés suscitado por esta combinación de talentos, que se hace aún mayor si se tiene en cuenta que ambas obras (que el próximo noviembre cumplirán 124 y 128 años respectivamente) no subían al escenario de la plazuela de Teresa Berganza desde hace casi dos décadas –a excepción de una sugestiva revisión de La revoltosa presentada en 2016 en el Proyecto Zarza dirigido al público joven–, ha hecho que sean muy pocas las entradas que quedan disponibles para las 15 funciones programadas entre el 9 y el 27 de abril.

Para Juan Echanove, director de este programa doble, “son dos títulos maravillosos del género chico. El Bateo es la historia de un bautizo, de celos y pasiones, en la que se pone en duda la paternidad de un individuo. La revoltosa es una historia de amor, de seducción y de pasiones vecinales de verano entre un grupo de personas dentro de una misma comunidad”.

 

FOTO: Javier del Real. Escena de El bateo.

 

CONTRASTE MUSICAL

El contraste entre ambas obras es mágico. Supone un viaje más que estimulante desde el gran dinamismo festivo repleto de vibrantes escenas corales de El bateo, al costumbrismo madrileño que se entrelaza con un retrato pasional lleno de tensiones y de escenas cómicas memorables de La revoltosa. En palabras del director musical Óliver Díaz, que se turnará la batuta con Lara Diloy (días 18 y 24), las dos obras “ tienen de todo, desde sus preludios, que son maravillosos, de un lirismo incontenible, números musicales absolutamente románticos y hasta un terceto cómico femenino que nunca antes se ha escuchado”. Y, concluye, asegurando que habrá “mucha diversión, mucho humor y una música verdaderamente certera en cada una de las situaciones”.

El maestro Díaz estará al frente de la Orquesta de la Comunidad de Madrid (Titular del teatro), de un destacado reparto, y del siempre relevante Coro Titular del Teatro de la Zarzuela dirigido por el maestro Antonio Fauró.

 

FOTO: Elena del Real. De izquierda a derecha: Lara Chaves, Alberto Frías, Ángel Burgos, Milagros Martín y Gerardo Bullón (El bateo).

 

El reparto, por su parte, es una colección de grandes voces, actores y actrices de nuestra lírica. Está integrado por los barítonos Gerardo Bullón y Javier Franco, el tenor José Manuel Zapata, la mezzosoprano María Rodríguez, la soprano Milagros Martín, el barítono José Julián Frontal, la actriz-cantante Lara Chávez, el tenor cómico y actor Alberto Frías, las sopranos Berna Perles y Sofía Esparza, la mezzosoprano Blanca Valido, el tenor Ricardo Muñiz, y los actores Julen Alba, Sergio Dorado y Ángel Burgos. Con todos ellos comparten escenario doce bailarines-figurantes.

Además, en el equipo artísticoparticipan la escenógrafa y figurinista Ana Garay, el iluminador Juan Gómez Cornejo, la coreógrafa Manuela Barrero, y Alvaro Luna y Elvira Ruiz Zurita como responsables de la videoescena.

Esta nueva producción del Teatro de la Zarzuela aboga por acentuar la contemporaneidad de estas dos historias y su cercanía a nuestra propia realidad. Para ello, la escenógrafa y figurinista Ana Garay nos traslada en la primera parte a varios rincones de Lavapiés, donde se mueve una sociedad bohemia que vive, viste, celebra y recicla, como la nuestra. Mientras que en la segunda parte, Garay transforma el espacio en un barrio de moda en pleno verano.

 

FOTO: Elena del Real. De izquierda a derecha: María Rodríguez, Milagros Martín y Blanca Valido interpretando el número musical recuperado de La revoltosa.

 

TERCETO RECUPERADO

Por su parte, las funciones que ahora presenta el Teatro de la Zarzuela tienen un valor añadido: el terceto inédito de La revoltosa que se recupera para la ocasión. Este, tal y como explican los estudiosos Enrique Mejías y Juan de Udaeta, formaba parte de la concepción primigenia del sainete y de hecho es lo primero que Chapí esbozó en sus cuadernos de apuntes a primeros de junio de 1897. Ese verano, desde su retiro vacacional fuera de Madrid, envió a la empresa del Apolo el terceto terminado que fue extraviado por el servicio de Correos.

Chapí finalmente se guardó su borrador y no consta que fuese reutilizado en ninguna zarzuela posterior. Durante más de un siglo, bajo el equívoco título de La revoltosa. Selección, ha dormido entre tantos papeles de una carpeta miscelánea de su legado conservado en la Biblioteca Nacional de España. Por su incuestionable valor teatral y musical, y gracias al interés de Isamay Benavente -directora del Teatro de la Zarzuela—- Mejías y Udaeta proponen una orquestación del terceto de Gorgonia, Soledad y Encarna intentando seguir de cerca los rasgos estilísticos del Chapí sainetero de la década de 1890.

 

Toda la cartelera de obras de teatro de Madrid aquí