Óscar Velado es el autor y director de esta versión de Así que pasen cinco años, original de Federico García Lorca que podremos ver a partir del 6 de diciembre en Nave 73 como estreno absoluto. La obra es el reflejo de la búsqueda del propio Lorca a través del surrealismo y de su propia madurez personal. Una obra que poco tiene que ver con los grandes textos del genio granadino. Casimiro Aguza, María Bigeriego, Nay Díaz, Marina Gutiérrez, Nicolás Gutiérrez, Emilia Lazo, Mario Rebollo, Raúl de la Torre, Leticia Torres, y Mario Velasco son los intérpretes de este montaje.
Por Sergio Díaz
¿Cómo surge este proyecto? ¿Cómo se gesta?
El verano pasado Annie Chevreux, impulsora de este proyecto y gran enamorada del teatro, queriendo recordar las antiguas tradiciones teatrales, de aquellos cómicos que deambulaban por los pueblos de España, me invitó a dirigir Así que pasen cinco años. La leyenda del tiempo en el jardín de su casa de Piedralaves (Ávila).
En palabras de Annie «para los que asistieron a esa función única fue algo especial por celebrar en un espacio de intimidad un encuentro entre amigos y vecinos y disfrutar del talento y la entrega de los actores. Tuvo también algo mágico esta representación por transcurrir al aire libre, en un escenario delimitado por los árboles, con la luz natural de la noche que al caer era sustituida por la de los focos. Fue teatro complejo por la profundidad de la obra y sencillo, a la vez, por carecer de los medios técnicos de una sala urbana. Aquella noche de verano en Gredos, la representación conmovió a los asistentes como si los años no hubieran pasado, no sólo por la modernidad de la obra sino porque su tiempo es eterno».
¿Y por qué este texto y no otro del universo lorquiano?
Me interesaba su universo simbólico, esa sensación de estar ante un misterio profundo e indescifrable. Su poesía, la discusión sobre lo que es y no es la realidad, que todos los personajes que aparecen surjan y se desarrollen en la cabeza del protagonista, y el cómo la inacción, el miedo y la espera puede llevar a uno a perderse la vida. También por supuesto los temas: creo que gran parte del los temas de sus grandes obras están reunidos en esta, solo que con una forma y un traje diferente.
¿Lo que veremos en Nave 73 es estreno absoluto o ya la habéis rodado en alguna otra ciudad?
A excepción de esa función al aire libre en Piedralaves, y de un ensayo abierto para amigos que tuvimos en El Umbral de Primavera este sería el estreno absoluto en Madrid. Fue al finalizar esa función al aire libre, después de recibir los feedback del público que asistió a esa representación, cuando decidimos que tal vez valía la pena compartir esta historia con el público madrileño. Nunca la pretensión inicial fue llevar este proyecto a un teatro pero poco a poco fuimos cogiendo fuerza y ganas hasta que Nave73 si interesó en el proyecto y aquí estamos.
Y afronto este estreno con nervios, muchos nervios, de la misma manera que cuando afronto un estreno como actor, y siendo mi primera obra como director con actores profesionales, casi diría que incluso más.
¿Cómo habéis imaginado a nivel escenográfico esta obra? ¿Cómo habéis construido el universo lorquiano de Así que pasen cinco años desde esa primera representación al aire libre en Gredos hasta lo que vamos a ver ahora?
Desde esa función en Gredos hasta lo que vamos a ver ahora en Nave 73 ha habido muchos cambios, nuevas escenas e incluso un nuevo personaje, el jugador de rugby, que en la primera versión no aparecía. Al ser una producción muy humilde, todo el equipo nos las hemos tenido que ingeniar para ir satisfaciendo las necesidades que iban surgiendo con el espacio y con todo el universo de Lorca. Una de nuestras máximas: sencillez, sencillez y sencillez. Solo contamos con sillas, bastantes instrumentos musicales con los que crear diferentes atmósferas y ambientes, la maravillosa luz de Olga García y unos actores con gran imaginación.
Quizá la propuesta que de esta obra hizo Atalaya Teatro sea la más conocida en nuestro país. ¿Has tomado esa u alguna versión como referencia o has partido de cero?
Al principio del proyecto, allá por enero, leí algunos escritos sobre interpretaciones de Así que pasen cinco años, pero cada escrito decía algo diferente, a veces incluso muy contrarios entre sí, así que pronto los dejé apartados y me ocupé solo de leer y leer el texto y ver que imágenes y contenidos surgían en mí; y más adelante, ya en los ensayos, a estar atento a lo que surgía de cada actor.
Lo que sí tuve presente al comienzo fue la adaptación que Pablo Messiez hizo de la obra para La Feria del Libro de Miami, a la que llamó La palabra verde, donde yo interpretaba al Joven. Son dos versiones muy diferentes, comenzando por el número de actores que aquí son diez y en la adaptación de Pablo tres, pero es inevitable que por mi amor y admiración a Messiez y a esa experiencia vivida en Miami, algunas de las imágenes de la obra surgieran en ese momento y sean inspiración del trabajo realizado con él.
También tuve muy presente al comienzo y durante todo el proceso la versión que mi maestro Juan Carlos Corazza hizo de Comedia sin Título, titulada Comedia y Sueño. Tuve el placer de compartir el personaje del Autor junto a Rafa Castejón y Tamar Novas y junto a un equipo excelente de actores y actrices. Esa experiencia marcó un antes y un después en mi relación con el universo Lorquiano, así que gran parte de los hallazgos que esta versión pueda tener se deben en gran medida a esa experiencia.
En la versión original hay 18 personajes. ¿Has dado voz a todos, te has mantenido fiel al texto o has limpiado mucho?
He suprimido bastantes escenas , sobre todo del tercer acto, y también a algún que otro personaje, me hubiera encantado dar voz todos , pero no ha sido posible; al final se han quedado en 12 a los que dan vida 10 actores.
¿Cómo habéis escogido al elenco para llevar a cabo esta complicada obra?
A excepción de Marina Gutierrez que siempre estuvo desde el comienzo en el proyecto, el resto de los actores han ido entrando de a poco, uno por uno. Son actores con los que me apetecía mucho trabajar. Al principio, en enero, ensayábamos 4, en febrero llamé a dos mas e iba añadiendo escenas y viendo como funcionaban los colores de unos actores con los otros y así sucesivamente, hasta que finalmente a finales de abril acabó configurándose el elenco completo.
Así que pasen cinco años no ha sido tan representada ni tiene la fama de otros textos de Lorca como Yerma o Bodas de sangre. ¿Por qué crees que es así?
El mismo Lorca calificaba a esta obra, junto a El Público y Comedia sin título de obras imposibles e irrepresentables. Supongo que esos adjetivos tienen que pesar. Imagino que también influye su estructura nada convencional y su lenguaje simbólico y no realista; esta es una obra que se apoya muy poco en la razón, y eso siempre inquieta
En esta obra el estilo de Lorca cambia. ¿Fue por todo lo que vivió en Nueva York y Cuba? ¿Fue porque quiso romper con esa etiqueta costumbrista que arrastraba de sus anteriores montajes?
Un poco de ambas y añadiría una tercera: estas obras de diferente estilo tocan preocupaciones y conflictos muy personales del autor; con un lenguaje más accesible hubiera expuesto su intimidad ante un público más tradicional, y habría quedado desnudo ante todo ellos. También en sus charlas nos revela que esta muy descontento con la situación del teatro en el país, y nos revela su voluntad de acabar y romper con ese teatro facilón y comercial, así que era cuestión de tiempo que en una personalidad tan innovadora y moderna como la de Lorca surgiera un estilo tan rompedor.
¿Es quizá la obra de Lorca más compleja de abordar?
Todo en Lorca es complejo y elevado. No me atrevería a decir cuál de sus obras es la más difícil de abordar.
A mí me parece que es quizás la obra más poética y más hipnótica del universo Lorca. ¿Lo crees también así?
Tampoco sabría decir si es la más poética. Que todo en ella es poesía, sin duda. E hipnótica, para mí, desde luego que lo es. Todavía recuerdo el sabor su primera lectura; era como si alguien me estuviera llevando de la mano a lugares desconocidos, incomprensibles y nuevos, pero muy vivos y reales, más reales incluso que la propia realidad.
Aunque en ella también se tratan algunos de los temas que siempre preocuparon a Lorca: el tiempo, el amor, la muerte, la frustración…
Sí, como decía antes, en esta obra están presentes todos sus grandes temas. Añadiría además, el de la esterilidad, la paternidad frustrada, que en Así que pasen cinco años tiene enorme importancia. Lorca trasciende el tiempo por muchos motivos, sobre todo y más que nada artísticos. Pero la dolorosa coincidencia del título de su obra y que fuera asesinado justo 5 años después de escribirla es también algo que da que pensar. Parece como una predestinación, aunque fuera casualidad, ¿no?
Federico era un genio, un alma sensible, y como todos los grandes artistas un visionario que parece presentir el horror que cinco años después explotaría con la guerra civil y también presentir el año de su muerte, cuando le detienen y asesinan los fascistas. Un misterio…
Se dijo en su momento que las tres obras del llamado Teatro Imposible de Lorca solo se entenderían pasado el tiempo. En un ejercicio tonto de imaginación, si Lorca no hubiera hecho antes Bodas o Yerma, si no cargara con la fama de esos montajes, ¿miraríamos esta obra igual a como la vemos ahora o la entenderíamos de otra manera? ¿Así que pasen cinco años tendría otra consideración dentro del universo teatral?
Desconozco cuál es la consideración de la obra dentro del universo teatral. Para mí es una joya, una obra de Arte, y me pregunto que no hubiera hecho Lorca, de no haber sido asesinado, con semejante mente e imaginación.
Lorca aborda aquí con mucha ironía el concepto del amor tradicional y los personajes femeninos se rebelan contra lo establecido. ¿Es un montaje actual, que se adapta bien a los tiempos que corren?
Lorca es actualidad, sino fuera así no sería tan universal ni se representaría en tantos escenarios ni sería tan admirado como lo es en tantos países. Es un canto a la libertad, para las mujeres, para las minorías y para todo ser humano, y eso nunca tiene fecha de caducidad.
Aunque paradójicamente, esa Novia que se rebela decide irse con el Jugador de rugby, personaje prototípico de virilidad descerebrada. ¿También Lorca está revisando ahí el concepto de masculinidad? Un tema sobre el que la sociedad necesita debatir en los tiempos que corren…
Más bien, diría yo, revisando y cuestionado su propia masculinidad, la que le impide cumplir con la realización de su deseo.
También se aborda el tema de la homosexualidad de alguna manera, como ya hiciera en El público. ¿Percibes que Lorca expresa aquí algo de culpabilidad por sus sentimientos?
La obra de Lorca no se puede entender sin su homosexualidad, pero reducirla solo a esa parte de su personalidad también sería empequeñecerla. En toda la problemática del Joven podemos hacer una lectura de la dificultad de ser homosexual en esa época, de la culpa y la vergüenza, pero Federico va mucho más allá; se inspira en su propia realidad, para crear algo universal.
Aunque quizá dentro del surrealismo que inunda esta obra de Lorca no haya que racionalizar tanto. ¿Es mejor acudir a ella con la mente abierta y dejarse llevar por ese universo onírico?
No hay nada que entender y eso posiblemente sea una de las peticiones más difíciles que se le pueda hacer a un espectador. Como dice Annie, la persona que hizo nacer este proyecto «sólo hay que dejarse llevar y embelesar por la fuerza de las imágenes que a su vez despiertan en el espectador nuevas imágenes, metáforas poéticas de la propia existencia».
La obra reflejaba en su momento la tragedia que estaba por venir. Sin ser agoreros, este país está sumido en un contexto parecido de alguna manera. ¿Lo habéis trasladado así en vuestra propuesta? ¿Es una versión oscura reflejo del país que tenemos ahora?
No, nuestra propuesta nada tiene que ver con eso. No es una versión oscura. Todo lo contrario. Esperanzadora. Un impulso hacía la vida.
Y usando dos frases de la obra»Dentro de cinco años existe un pozo en el que caeremos todos». ¿Vislumbras ese pozo ahora como pareció que lo vio venir Federico?
No, para nada. No vislumbro nada, ni en cinco años, ni en meses, ni en semanas. No tengo esa capacidad. Confío y deseo en que no caigamos a ningún pozo. Tengo esperanza.
«No hay que esperar. Hay que vivir». ¿Es esta una máxima que todos los que os dedicáis al mundo de las artes escénicas tenéis que tener muy presente para poder dedicaros a esto?
Es una máxima para todos! En esta época de internet, de móviles, whatsapps, instagrams y redes sociales, no esta mal que alguien nos empuje a la aventura de la vida. Y sí, los que nos dedicamos al mundo de las artes escénicas tenemos que tener cuidado no se nos vaya el tiempo en la espera de las oportunidades. ¡Mejor vivir!