Escenas de caza es el segundo proyecto de Malditos Compañía, una pieza de teatro, danza y supervivencia que, al igual que ocurría con Danzad Malditos (Premio Max 2016 a Mejor Espectáculo Revelación), se inspira en una obra cinematográfica. En la película Escenas de caza en la Baja Baviera (Peter Fleischmann, 1969) se nos presenta el pueblo de Unholzingun, a cuyo seno vuelve de prisión Abramm, un joven mecánico. En torno a él y a su inexplicable ausencia empiezan a correr una multitud de rumores sobre su sexualidad, convirtiéndole así en la víctima perfecta de un pueblo dispuesto a la violencia y a la humillación más brutales contra todo aquel que se salte la norma establecida. La crueldad del pueblo hacia Abramm se torna en una auténtica caza al hombre. Una caza que nos acerca demasiado a lo que, si no le ponemos freno ni consciencia, puede aparecer bajo la piel de cada uno de nosotros.
¿Es el hombre un lobo para el hombre? ¿Eran los lobos los malos de los cuentos? Inspirándose en la película de Fleischmann, en Escenas de caza alguien regresa después de años a su pueblo, precisamente en fiestas. Un rumor incierto lo convierte en el centro de todas las habladurías y, luego, en el “saco de los golpes”. Cada día, un actor elegido al azar encarnará a la víctima de un rito de persecución donde también hay lugar para la verbena, la matanza y los corazones rotos. “La mezcla perfecta de miedo e ignorancia cocina un odio hacia lo diferente que llega a matar a aguijonazos venenosos a quien está en la diana”, explica el director Alberto Velasco. “El motivo para ser el blanco de la diana es aleatorio y así será en nuestra pieza, puro azar. Cada representación le tocará a uno de los interpretes afrontar el papel del perseguido y saberse acosado por un simple e infantil juego de azar”.