Basada en la obra del genial Beaumarchais, su argumento dinámico y disparatado encierra algo mucho más interesante que lo que se muestra en primer plano. La trama contrapone a dos generaciones en sus deseos, ambiciones y en sus maneras de ver el mundo. Rossini muestra a sus personajes tal cual son poniendo en práctica como nadie el recurso más poderoso para explicar la realidad: la ironía. Una ironía que no está solo en el texto sino también en la música, que encierra una gran comicidad.
Las intrigas, embrollos, trapisondas y divertidos enredos de El barbero de Sevilla que G. Rossini puso en canto y música a partir del texto del genial Beaumarchais, siguen desplegando un potencial portentoso para llevar la pasión de la ópera al corazón de las audiencias más jóvenes. Todo el mundo entiende y accede al mundo dinámico y disparatado de El barbero de Sevilla, ya sea a sus capas de lectura más aparentes y superficiales o a los muchos dobles sentidos y metáforas que se esconden bajo el primer plano de su historia jocosísima.
Y seguramente eso ocurre así porque las tensiones entre las dos generaciones enfrentadas en El barbero de Sevilla, con sus diferentes deseos, ambiciones y maneras de ver el mundo, son analizadas por Rossini con un filtro de ironía que las desnuda y las vuelve más tiernas y vulnerables.
El Real Teatro de Retiro de Madrid, en un espectáculo coproducido con el Teatro de la Maestranza con dirección escénica y dramatúrgica de Rita Cosentino, vuelve a apelar al humor y a la comicidad para contarnos, otra vez, un nuevo Barbero, que es esa clase de personaje operístico que atraviesa los siglos con una capacidad de modernidad y adaptabilidad a los cambios históricos y sociales realmente sobresaliente.
Con la participación de jóvenes cantantes del programa CRESCENDO de la Fundación Amigos del Teatro Real, y en un espectáculo concebido para todos los públicos a partir de 8 años, el Maestranza nos invita a disfrutar como niños desmontando ese tetris de inagotables aristas y posibilidades llamado El barbero de Sevilla.





