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Cuatro días, cuatro noches (Valparaíso)

Estreno: 16/10 Última función: 19/10
Género: Dramedia
Duración: 90 mins.

Hotel Valparaíso, en algún lugar de la costa, mes de marzo pero ya hace mucho calor. Tres hermanas que no se ven mucho se reúnen para cumplir una última voluntad de su padre, fallecido cinco años atrás. pero su padre no quería exactamente eso. Él quería que sus hijas viajaran a Valparaíso en la Quinta Región de Chile, la ciudad donde él recaló por casualidad y que le quitó el sueño. Sus hijas, Gloria y Lara, y su hijo, Toni, no han cumplido su promesa. No han cumplido muchas otras. Y ya tienen 40 años. Su vida no es exactamente eso que esperaban.

En el centro de este texto late el duelo, la pérdida, y la promesa. Tres hermanas (dos mujeres y un hombre) no han podido cumplir la última voluntad de su padre: que viajaran a Valparaíso juntas, la ciudad que a él le quitó el sueño, y que allí brindaran por él, lo recordaran. Uno de esos actos deslucidos con los que intentamos recordar a los que se fueron. Pero sus tres hijas, inmersas en una crisis económica y vital, no les da para cumplir con esa cara última voluntad de su padre, y en lugar de viajar a Valparaíso, Chile, acaban haciéndolo a el hotel Valparaíso, en la provincia de Almería.

Gloria, Lara y Toni se encuentran en ese momento vital en el que las máscaras caen, las falsas creencias sobre uno mismo ya no se sostienen. Las esperanzas y las fantasías, esas drogas que nos permiten seguir como al caballo al que le han tapado los ojos y no sabe hacia dónde se dirige, solo intuye que hacia delante, comienzan a no funcionar. De repente, no podemos seguir mintiéndonos: hemos llegado a los cuarenta, lo que hemos conseguido es lo que somos. Ahora nos quedan los actos desesperados, que menudo desembocan en la vergüenza ajena, con los que intentamos aferrarnos a la juventud, a la posibilidad del cambio. Ellas lo hacen, durante esos cuatro días en el hotel Valparaíso que tuvo días mejores. Pero son conscientes de que les ha costado toda la vida mantener sus promesas, sobre todo las que se hicieron a sí mismas. Dejaron que la inercia de la vida las llevara hacia el lugar en el que se encuentran ahora. ¿Tendrá sentido emprender un último viaje? ¿El viaje tiene la posibilidad de ofrecernos la perspectiva de un cambio radical? Toni, el más idealista, cree que sí, que todavía es posible. Que hay Valparaísos en el mundo que te cambian por dentro, de manera radical. Lugares que visitas y donde sufres una iluminación que hace que tu vida cambie… Cambiar, ¿por qué es tan difícil cambiar?

Durante sus estancia en el hotel, hay una resistencia en las tres hermanas por completar el duelo de su padre. La muerte de nuestros progenitores nos sitúa ante la encrucijada: la más absoluta soledad pero también independencia aparece ante nosotros. Es el momento de tomar las decisiones más valientes. Las hermanas sienten que debe ser así, pero por del camino, el deseo, que aquí toma forma en el personaje del camarero, las distrae. Porque el deseo, al fin y al cabo, siempre es una buena manera de dar un rodeo, de enredarse, de procrastinar. Las tres hermanas tendrán un ‘affair’ con él, de distinta forma. Y de alguna manera será, para cada una de ellas, el punto de inflexión que necesitaban para enfrentarse a aquello que más terror les da: despedirse de su padre no es otra cosa que despedirse de la persona que fueron hasta cumplir cuarenta, despedirse de las niñas y el niño que fueron alguna vez.

 

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