Fotos: Nerea Coll
Tras su éxito con Eclipse total, Premio Max a la mejor autoría teatral, la compañía valenciana Pont Flotant vuelve a La Abadía con Adolescencia infinita, una obra que invita a realizar un viaje vital para intentar entender la adolescencia (la ajena y la propia) desde la madurez. A través del humor, la ironía y la ternura que caracteriza a la compañía, y con una cuidada plástica, música en directo y mucha hormona adolescente, energía desbocada, de fiesta incontrolada, de gritos, risas y llantos, Pont Flotant pone el foco en un proceso vital lleno de luces y sombras, una etapa crucial con la que, a veces, nos cuesta relacionarnos.
En escena tres adultos intentarán entender la adolescencia, la actual, pero también la suya propia. ¿Qué recordamos de aquel periodo tan lleno de vida y de destrucción? ¿Qué secretos teníamos que nunca hemos revelado a nadie? ¿Cómo nos relacionábamos con los adultos? ¿Qué deseábamos entonces? ¿Qué nos incomodaba? ¿Qué recuperaríamos de aquellos años y qué desearíamos borrar?
Son una sociedad secreta de personas extremadamente divertidas y aburridas, apáticas y pasionales, miedosas y arriesgadas, directas y enigmáticas, profundamente comprometidas y a la vez indiferentes. Lúcidas. Abiertas a miles de posibilidades.
Por unos instantes quisiera pertenecer a esa sociedad para revivir todo el placer y el dolor, toda la belleza, toda la vida y la destrucción del proceso de transformación más brutal en la vida de una persona. Quisiera entender la adolescencia desde la madurez, pero es imposible, bro. Solo puedo observar de lejos y escuchar sus voces, recordar mi época e imaginarme entre ellos disfrutando de una adolescencia infinita.





