“La mitología griega nos sirve para hablar de circunstancias y problemas de la actualidad”
Hablamos con Pau Palacios, uno de los tres creadores que forman Agrupación Señor Serrano, junto a Àlex Serrano y Barbara Bloin. De su particular universo surge Olympus Kids, un proyecto que, a través de diversos montajes, acerca al público más joven los mitos griegos para plantear cuestiones éticas o reflexionar sobre acontecimientos que están sucediendo hoy en día. Este mes podremos ver Amazonas en Espacio Abierto los días 26 y 27 de febrero. De 7 a 12 años (función sin adultos).
Participar y aprender de los clásicos
Por David Hinarejos
Habéis estrenado ya dentro del proyecto Olympus Kids Prometeo, Amazonas y el pasado diciembre Deméter. ¿El proyecto acaba ahí o va a convertirse en una rama estable de la Agrupación Señor Serrano dedicada a los niños?
Por ahora acaba aquí. Es verdad que nunca hemos dicho que esto fuera una trilogía, pero no hay previsto continuar, por el momento. Puede parecer que cada espectáculo es un dispositivo sencillo con un performer y una mesa, que la producción es simple, pero al final hemos dedicado un año y medio a la creación de estos tres espectáculos. Si más adelante aparecen otros personajes que se merezcan o inspiren una nueva aventura ‘serrana’, ya se verá.
De todas formas, aún les queda mucho recorrido a estos tres, ¿no?
Desde que comenzamos con el primero, el proyecto ha funcionado muy bien. Además, al ser tres nos está pasando que donde hemos ido con uno de ellos después nos piden los otros. Así que, por delante con todos nos queda una gira brutal que nos tiene casi cada fin de semana absorbidos, por lo menos hasta verano. Por otro lado, el nuevo performer que hemos cogido para hacerlo es multilingüe y puede hacerlo en catalán, en castellano, en inglés, lo que da más proyección. En Italia también estamos pendientes de montar un equipo para poder hacer bolos por todo el país. Todo esto hay que combinarlo con otros proyectos para adultos de la compañía con los que también estamos ahora mismo. Por ejemplo, un estreno a la vuelta de la esquina en Madrid en el Teatro de La Abadía en abril y un montaje en ciernes para 2023.
¿De dónde surge la idea del proyecto?
El primer impulso fue por el hecho de que nosotros somos padres y madres en la compañía y teníamos la necesidad de compartir lo que hacemos con ellos. Esta idea ya estaba presente. Y durante el primer confinamiento, con nuestros hijos en casa, surgió la idea de vincular los mitos griegos con unas clases online sobre principios éticos que dábamos con ellos. La mitología griega, la gracia que tiene es que representa valores universales y por eso se han reproducido tanto a lo largo de la historia. Si tú consigues darles el giro adecuado, sirven para hablar de muchas circunstancias y problemáticas presentes actualmente. Los mitos nos permiten tres cosas: fomentar la autonomía del espectador, que nos parece fundamental; impulsar el pensamiento crítico; y poder tocar algunos temas de actualidad sin que los niños y niñas sean constantemente infantilizados, para que puedan entender el mundo en el que vivimos de una manera lúdica y dialogada, sobre todo.
Veo muchas similitudes con otros montajes de la Agrupación Señor Serrano, ¿cuáles son las diferencias en forma y fondo?
En todos los casos seguimos tratando metáforas como siempre. Por ejemplo, en Amazonas si queremos tratar cuestiones de diferencias y desigualdad de género en vez de abordarlo directamente lo hacemos a través de la historia de estas mujeres. A nivel de dispositivos también siguen siendo objetos, maquetas y proyecciones, lo único que cambia es que no podemos utilizar subtítulos. Tampoco damos por supuesto que el público tiene unas herramientas de interpretación de lo que vamos a mostrar con lo que nos obliga a establecer un diálogo con ellos para asegurarnos de que los símbolos que estamos utilizando les están llegando.
Maquetas, figuras, varias cámaras de vídeo en directo y recursos online… ¿Esta generación recibe mejor la utilización de estas herramientas en la puesta en escena que los adultos?
Comparado con cómo lo recibía el público adulto hace unos años cuando empezamos, sin duda. A los chavales les parece natural no, lo siguiente. Es un lenguaje a través de canales que entienden y que les son atractivos. No están luchando contra los dispositivos, al revés, los están abrazando completamente. Entienden perfectamente el juego entre la miniatura, la cámara y la proyección, ellos están acostumbrados a trabajar y recibir la información en multiniveles. Está resultando muy gratificante porque dialogando con ellos ves que tienen mucha capacidad para entender y también de aportar.
¿Se les incita mucho a participar?
Sí, completamente. La parte fundamental del espectáculo es que el narrador, además de contar las historias, cada dos por tres va parando para preguntar al público sobre lo que está sucediendo, para recoger sus opiniones. Por ejemplo, preguntamos: “¿merecía Prometeo ser castigado?, ¿es justo que solo Zeus pudiera utilizar el fuego?”. A partir de ahí se genera un debate. Es un método socrático, con preguntas y contra preguntas, para que ellos mismos se den respuesta a las dudas.
En el caso de Amazonas, ¿cuáles son los temas que van a protagonizar estas preguntas?
Cuestiones como la diferencia del trato a niños y niñas, como cuando la protagonista es pequeña y a ella no le permiten hacer ciertas cosas por ser una chica; que entiendan los motivos por los que las Amazonas crearon una sociedad sin hombres; o que reflexionen sobre el uso de la violencia en manos de hombres o de mujeres.
¿Les choca ver la violencia utilizada por las mujeres?
No, porque antes, aunque sea de forma edulcorada, les he hemos mostrado la violencia generada por los hombres y al final es una respuesta o una forma de defenderse. Aún así, les invitamos a debatir si entonces utilizar la violencia a veces está justificado o si hay que ser siempre pacífico.
¿Qué cóctel sale de mezclar Amazonas con Pussy Riot, Guerrilla Girls o manifestantes como las del pañuelo verde de Argentina?
Pues una línea común de colectivos femeninos que se levantan ante las injusticias. Una pregunta que nosotros les hacemos al final es si en estos grupos también debería haber chicos que defiendan lo mismo. Les decimos: “¿No sería bonito que todos fuésemos Amazonas?”.
¿Por qué deben los niños y las niñas acudir solos sin adultos?
Los espectáculos están recomendados para una edad en la que se encuentran en primaria, de 7 a 12, más o menos. Hicimos pruebas al principio y la diferencia entre cuando estaban los adultos y cuando no fue muy grande. Participan más y mejor estando solos y favorecemos así su autonomía. Además, como suelen venir con algún amigo o amiga o en grupo luego cuando salen es muy gracioso verles comentar lo que ha pasado. En la sociedad contemporánea la sobreprotección y el filtro que ejercen los adultos con los pequeños es brutal, pero ellos no tienen ningún problema en estar solos. Todos los chavales, en todos los bolos que hemos realizado, han salido encantados. De todas formas, a los padres no les dejamos abandonados, se les entrega una guía pedagógica explicando lo que va a pasar en la función con imágenes y propuestas de ejercicios o preguntas que pueden hacerles al salir. Así, ellos también forman parte de la experiencia, pero de otra manera.
Volvéis a Espacio Abierto, un centro ideado y dedicado a la infancia y juventud. ¿Cómo veis el circuito de teatro familiar?
Es un circuito que no conocíamos y nos ha sorprendido lo amplio que es. Al ser así, te encuentras de todo: lugares en los que te programan y no se plantean mucho más, o sitios, como Espacio Abierto, en los que hay un proyecto con un criterio muy definido de lo que quieren aportar. En todo caso, ante la situación con la pandemia el esfuerzo que hacen todos ellos por atraer al público familiar es encomiable.
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