Protagoniza ‘Lulú’, un texto en el que la mujer y el papel que la historia le ha otorgado, casi siempre desde un punto de vista visión misógino y patriarcal, es el tema principal de la obra. [entradilla]
Por Javier Fernández / @Castillos_Aire
La actriz interpreta a la irresistible protagonista de Lulú de Paco Becerra en un texto dirigido por Luis Luque en el que la mujer y el papel que la historia le ha otorgado, casi siempre desde un punto de vista visión misógino y patriarcal, es el tema principal de la obra.
Llevas toda la vida sobre los escenarios, pero ¿cada nueva obra y cada nueva función son algo así como la primera vez?
Al menos, internamente, la sensación es que es la primera vez y cada proyecto es el primer reto y algo nuevo, como si nunca hubiese hecho nada en mi vida, es una cosa muy curiosa que no se si le pasa a todos los actores y que a mí me suele suceder. Y tampoco me inquieta demasiando, porque me impide estar en el sillón de confort. Cada nuevo proyecto tiene un vacío inicial que luego se va rellenando con la experiencia y con el trabajo.
En Lulú interpretas un personaje capaz de trastornar por completo la convivencia de tres hombres… ¿pero de qué nos habla realmente la obra?
Sobre todo yo creo que el impulso más interesante de montar esta Lulú, que es una Lulú inédita, es quizá que el gran público pueda conocer a nivel teatral otras versiones sobre este icono, sobre esta ‘femme fatale’ que lleva a la perdición a los hombres. Detrás de la historia en sí lo que queremos abordar es el tema de la misoginia, sobre el abuso sexual, sobre el machismo, sobre los iconos producto de la imaginación masculina que aún perduran. Porque, ¿quién había realmente detrás de esas mujeres, de esos iconos? De esas ‘Helenas’ de Troya, ‘Evas’ o ‘Salomés’ que con su belleza, que con su sexualidad nos han contado que llevaron a la destrucción al hombre. ¿Qué había detrás realmente?. ¿Existieron? ¿Era tan guapas como decían o eran unas desgraciadas?
La historia se cuenta desde un tono muy especial, ¿no?
Desde la productora decidimos, junto al dramaturgo Paco Becerra, que es Premio Nacional de Teatro, llevar este mito al escenario como un cuento terrible, una fantasía en forma de thriller desde en principio la perspectiva, la psique, el trastorno y la imaginación del protagonista, que es Amancio. Él se encuentra a una mujer semidesnuda atada a un árbol y sin poder desvelar mucho más sobre la función, porque esta es una obra para descubrir, sí te puedo avanzar que bajo esta estructura de cuento habrá algún giro.
Es muy habitual que al verte en cine o en televisión tus personajes caigan bien a los espectadores, ¿después de ver esta función nos vas a seguir cayendo tan bien?
¡Vaya presión! (risas). Pues no lo sé. Yo creo que sí. Invitamos a hacernos preguntas que, creo sinceramente son muy interesantes. Y que podas veces se hacen así, con tanta honestidad, encima de las tablas. Que al final es lo más difícil. Porque el teatro es muy delicado. El cine puede esconder mucho más con los planos, con la luz, con la música… pero algo tan obsceno como el teatro, como decía Miguel Narros, donde se ve todo, deja apreciar mucho los defectos. Siempre es más delicado y más difícil para tratar ciertos temas. Esta Lulú intenta abrir un debate, una reflexión, y lo que pensamos de ella al principio puede cambiar. Se acerca mucho a lo que hacemos también con El pequeño poni, también de Paco Becerra. Ahí tratábamos el bullying y con esta pieza tratamos la violencia hacia las mujeres.
Un agricultor viudo, dueño de una plantación de manzanos, que vive con sus dos hijos y cuya única obsesión es encontrar a la serpiente que mató a su mujer para acabar con ella, se encuentra un día con una misteriosa mujer medio desnuda y herida al pie de un árbol… Éste es el comienzo del texto de Paco Becerra que dirige Luis Luque y que coprotagonizan junto a María Adánez, Armando del Río, César Mateo, David Castillo y Chema León.
Teatro Bellas Artes. Del 21 de febrero al 25 de marzo.