La XXV edición de los Premios Max cumple con sus favoritos y entrega a Canto jo i la muntanya balla y Una noche sin luna al menos la mitad de los galardones a los que optaban. Sobriedad, y pocas sorpresas, en una gala que homenajeaba al mar en escena y que dejó muy repartido el palmarés.
XXV Premios Max
Los Premios Max se han tirado al mar para celebrar sus bodas de plata con las Artes Escénicas en una gala que ha tenido lugar, por primera vez, en el Teatre Principal de Maó en Menorca. Una gala que partía con el lema ‘Donde el mar te crea’, codirigida por Josep-Pere Peyró y Mar Aguiló y que según ellos mismos contaban: “se han inspirado en las corrientes marinas para ofrecernos una mirada hacia el pasado y el futuro de nuestra condición”.
Manzanas para todo el mundo
La noche arrancaba con dos producciones favoritas: Canto jo i la muntanya balla y Una noche sin luna, con cinco y cuatro nominaciones respectivamente. De las cinco candidaturas a las que optaba Canto jo i la muntanya balla, finalmente se hizo con tres manzanas, Mejor Composición para espectáculo Escénico para Judit Neddermannn, Mejor Diseño de Espacio Escénico para Alfredo Casas y Laura Clos «Closca», y Mejor Dirección de Escena para Guillem Albà y Joan Arqué. Y Una noche sin luna, finalmente se fue a casa con dos, las de Mejor Actor para Juan Diego Botto y Mejor Espectáculo Teatral. Mismos galardones que se llevaron los espectáculos de danza Baile de Bestias, Mejor Intérprete para un emocionadísimo Jesús Carmona y Mejor Espectáculo de Danza; y CreAcción que se fue con la manzana para Mejor Iluminación, Nicolás Fistchel, y Mejor Coreografía para Iratxe Ansa e Igor Bacovich.
Otros que se marcharon triunfantes son el equipo de Teatro del Soho, con sus dos producciones candidatas como vencedoras en diferentes apartados: Company como Mejor Espectáculo Musical y Cris, pequeña valiente como Mejor Espectáculo Para Público Infantil, Juvenil o Familiar.
El resto todo ha quedado muy repartido con premios para espectáculos como Rebelión, al Mejor Diseño de Vestuario para Ana Garay; Mejor Labor de Producción para Moria de Unahoramenos producciones; In the still of the night que se alzaba con el de Mejor Intérprete Femenina de Danza para Lucía Lacarra; el de Mejor Actriz que se lo llevaba Mònica Lopez, quien dedicó el premio a la compañía La Calòrica, por De què parlem mentre no parlem de tota aquesta merda. O la feliz noticia de ver cómo la dramaturgia escrita por mujeres se alzaba con los galardones a María Velasco como Mejor Autoría Teatral por Talaré a los hombres de sobre la faz de la tierra y Sandra Ferrús como Autoría Teatral por La Panadera. El de Mejor adaptación o versión de obra teatral fue para Julio Manrique, Marc Artigau y Sergi Pompermayer por Carrer Robadors.
Además de los Premios de Honor y de Carácter Social que ya fueron anunciados en su momento y que acabaron en manos del dramaturgo José Luis Alonso de Santos y Caídos del Cielo, que recogió su fundadora, la también dramaturga, Paloma Pedrero.
Mensajes de la noche
La gala partía con tintes sobrios, con un guiño hacia las tragedias y su relación con el mar; y acabó convirtiéndose en una coctelera en la que se mezcló a Antígona, con una Samantha Hudson rompiendo -¡y, por suerte, cuándo no!- con lo establecido, carritos de helados, melodías mediterráneas, monólogos y danza, han ido separando los bloques por los que han ido repartiéndose las manzanas.
Entre agradecimientos a familiares, amigos y vecinos, hubo momentos con los que nos quedamos. Ya sea por lo emotivo, como fue la recogida del primer galardón de Jesús Carmona -¡Ojalá más premiados con esa capacidad de transmitir emoción e ilusión!-, ganador a Mejor Intérprete Masculino de Danza por Baile de Bestias, que lanzaba un mensaje a padres y madres de futuros bailarines: “Si algún niño quiere bailar, apóyenlo. Yo fui ese niño”.
Otros que se dirigieron al ámbito familiar, para posteriormente hacer extensible su mensaje a cuantos lo escuchamos, fueron la compañía de Cris, pequeña valiente: que según contaban «Los transexuales en la infancia existen (…) Seamos tolerantes ante la diferencia. La diferencia hay que aplaudirla y no apartarla».
Por supuesto, como era de esperar, uno de los momentos más emotivos fue el discurso de José Luis Alonso de Santos que tiró de profesión, ¿improvisando? su discurso, comentaba que al subir no lo encontraba, agradeciendo el premio a cuanta gente le rodea, dando la manzana a todos ellos y quedándose él con la peana. «Hoy recibo la peana de honor. El resto para los demás» y entre las risas y el aplauso del público, explicaba que su labor era ser peana para que otros se suban encima y se apoyen. Para terminar lanzando un mensaje a la profesión: «Sois más grandes y mágicos de lo que creeis. Sois un mundo estupendo. El mundo malo está en otros sitios. Haced cosas geniales y yo seguiré siendo peana”.
Aunque la mayoría de galardonados prefirieron no ser excesivamente reivindicativos, sí que se hubo llamamientos hacia el público, como el de Alessandra García, ganadora al Mejor Espectáculo Revelación por Mujer en cinta de correr sobre fondo negro con escueto y contundente: «¡Vayan al teatro!» o el remate del discurso de Guillem Albà y Joan Arqué como mejores directores de escena que reivindicaron su naturaleza clown por encima de todo: “seguiremos siendo payasos aunque nos den un premio por un espectáculo serio”; que además reclamaron saber cómo llevar su espectáculo a Madrid -llamamiento al que nos sumamos-.
Por supuesto hubo momentos para la reivindicación social y política, bandera que enarbolaron María Velasco que arrancaba con un «para crear hay que creer», continuó agradeciendo a las salas alternativas: «yo no tendría un oficio si no fuera por los espacios alternativos periféricos de Madrid» y acabó con un «volveremos con esta obra siempre y cuando sea más difícil decir que te has prostituido a decir que has sido cliente de prostitución»; y el equipo de Una noche sin luna que trasladaron las palabras de, un ausente por trabajo, Juan Diego Botto reclamando justicia para todas las personas desaparecidas en la Guerra Civil y familiares, haciéndolo extensible a las personas que lo sufren o sufrieron en el Cono Sur, por supuesto, a través de la figura de Federico García Lorca.
Listado completo de los galardones finales
Mejor espectáculo de teatro: Una noche sin luna de La Rota Producciones; Concha Busto Producción y Distribución; y Barco Pirata
Mejor espectáculo de danza: Baile de bestias de Compañía de Danza Jesús Carmona
Mejor espectáculo musical o lírico: Company de Teatro del Soho Caixabank
Mejor espectáculo de calle: Alter de Compañía Kamchàtka
Mejor espectáculo para público infantil, juvenil o familiar: Cris, pequeña Valiente de El Espejo Negro y Teatro del Soho Caixabank
Mejor espectáculo revelación: Mujer en cinta de correr sobre fondo negro de Alessandra García
Mejor autoría teatral: María Velasco González por Talaré a los hombres de sobre la faz de la tierra
Mejor autoría revelación: Sandra Ferrús por La panadera
Mejor adaptación o versión de obra teatral: Julio Manrique, Marc Artigau y Sergi Pompermayer por Carrer Robadors
Mejor composición musical para espectáculo escénico: Judit Neddermann por Canto jo i la muntanya balla
Mejor coreografía: Iratxe Ansa e Igor Bacovich por CreAcción
Mejor labor de producción: Unahoramenos Producciones por Moria
Mejor dirección de escena: Guillem Albà y Joan Arqué por Canto jo i la muntanya balla
Mejor diseño de espacio escénico: Alfred Casas y Laura Clos “Closca” por Canto jo i la muntanya balla
Mejor diseño de vestuario: Ana Garay por Rebelión
Mejor diseño de iluminación: Nicolás Fischtel por CreAcción
Mejor actriz: Mònica López por De què parlem mentre no parlem de tota aquesta merda
Mejor actor: Juan Diego Botto por Una noche sin luna
Mejor intérprete femenina de danza: Lucía Lacarra por In the still of the night
Mejor intérprete masculino de danza: Jesús Carmona por Baile de bestias