Vivirlo antes de contarlo
Lagartijas tiradas al sol es una cuadrilla de artistas, como ellos mismos se autodefinen. Lo de cuadrilla tiene algo de obrerismo, al menos a este lado del Atlántico. No anda lejos, de todas formas, de lo que alimenta el teatro de estos mexicanos comandados por Luisa Pardo y Gabino Rodríguez, que están inmersos en un proyecto titulado La democracia en México, una ambiciosa iniciativa escénica con la que las Lagartijas buscan retratar la realidad política, social e histórica de su país, a través de 32 aproximaciones a mundos sumergidos, como los 32 estados mexicanos. En Madrid vamos a poder ver dos de estas aproximaciones. Primero, Tijuana (11 y 12 de abril), que nace de una pregunta: ¿De qué modos la economía condiciona la manera en que nos relacionamos con la política? Para responderla, Gabino Rodríguez estuvo seis meses trabajando como un obrero más en una fábrica de Tijuana. Cambió su nombre y sobrevivió con el salario mínimo. Después lo volcó en esta puesta en escena. Ser otros, ponerse en el cuerpo de otros, ¿qué, si no eso, es actuar?
Igual sucede en Santiago Amoukalli, que es el nombre de una pequeña comunidad localizada al suroeste de México, un estado invisible al que se desplazaron Rodríguez y Luisa Pardo para vivir allí, como extranjeros dentro de su propio país, las elecciones de junio de 2015. Vivirlo para contarlo luego a través de un dispositivo escénico altamente contaminado de realidad. Álvaro Vicente
Los Teatros del Canal presentan el estreno en la Comunidad de Madrid de Tijuana y Santiago Amoukalli, dos montajes teatrales que forman parte de La democracia en México (1965-2015), un ambicioso proyecto con el que Lagartijas tiradas al sol busca retratar la realidad política, social e histórica de su país a través de una serie de 32 aproximaciones a mundos sumergidos, como los 32 estados mexicanos. «Más que una explicación de la democracia», puntualizan desde la compañía, «es una implicación con la democracia». Las tres primeras partes del proyecto son Tijuana, Veracruz y Santiago Amoukalli. La primera y la tercera podrán verse en la Sala Negra de los Teatros del Canal los días 11 y 12 de abril, y 13 y 14 de abril, respectivamente.
Los trabajos de Lagartijas tiradas al sol se construyen sobre las nociones de biografía, documento e Historia, proponiendo nuevas perspectivas al tiempo que cuestionan los límites entre realidad y ficción. Tijuana parte de una pregunta: ¿De qué modo la economía condiciona la manera en que nos relacionamos con la política? Para la documentación del espectáculo, Gabino Rodríguez, fundador de la compañía junto a Luisa Pardo, dio un cambio radical a su vida y durante seis meses se convirtió en un obrero más de una fábrica de Tijuana. Cambió su nombre y sobrevivió con el salario mínimo, volcando después esa experiencia en la puesta en escena.
La segunda de las piezas, Santiago Amoukalli, cuenta la historia de un estado invisible. Para construirla, Luisa Pardo y Gabino Rodríguez se desplazaron a Santiago Amoukalli, una pequeña comunidad localizada al suroeste de México donde se habla sobre todo náhuatl. Los autores vivieron allí, como si fueran extranjeros en su propio país, las elecciones del 7 de junio de 2015. La pieza, una coproducción con el festival Belluard Bollwerk de Suiza, cuestiona la democracia mexicana en un ámbito específico con alto nivel de marginación.
Lagartijas tiradas al sol
Son una cuadrilla de artistas convocados por Luisa Pardo y Gabino Rodríguez. Desde 2003 desarrollan proyectos «como mecanismo para vincular el trabajo y la vida, para borrar fronteras, buscando dotar de sentido, articular, dislocar y desentrañar lo que la práctica cotidiana fusiona y pasa por alto». En sus obras seleccionan hechos del pasado para poner de manifiesto la arbitrariedad con la que se construye la Historia y generar su propia lectura desde una nueva perspectiva. Su trayectoria como compañía gira en torno a las nociones de biografía, documento e Historia. Sus piezas se han presentado en buena parte de los espacios de México y en giras internacionales: Festival Automne de París, Kunstenfestivaldesarts de Bruselas, Festwochen de Viena, Temporada Alta de Girona, Transameriques de Montreal, Theater Spektakell de Zurich, FIND en la Schaubuhne de Berlín, en el FIBA de Buenos Aires y en Santiago a Mil de Chile, entre otros muchos.
Han sido reconocidos con The Rolex Mentor and Protégé Initiative 2008, el Premio del Público en el Festival Impatience de París 2011 y el ZKB Foldpreiss en Zurich, entre otros premios.
Su trabajo «no tiene que ver con el entretenimiento, es un espacio para pensar», según sus propias palabras. Algunos de sus títulos son Está escrita en sus campos, Derretiré con un cerillo la nieve de un volcán, Se rompen las olas, Montserrat, El rumor del incendio / Proyecto La Rebeldía, Catalina, En el mismo barco, Noviembre, Pía y Esta es la historia de un niño que creció y todavía se acuerda de algunas cosas. Además, publican regularmente libros, editan audios e imparten talleres.