“Lengua madre toca muchos aspectos centrales de las discusiones políticas del momento”
La creadora argentina Lola Arias regresa de nuevo a nuestro país para presentar Lengua madre -del 11 de marzo al 10 de abril-, nuevo proyecto de teatro documental con el que lanza muestra cómo se vive, y cómo influye, la maternidad a nivel social y político en diferentes países.
En esta ocasión, basándose en diferentes testimonios realizados a personas de nuestro país, Lola Arias elabora una especie de enciclopedia escénica sobre la reproducción con la intención de plantear un espacio para la reflexión. Actores no profesionales junto a performers y bailarines, abordarán la maternidad desde este gabinete de curiosidades creado sobre el escenario del Teatro Valle-Inclán.
Madres infinitas
Lola, regresas a la escena madrileña para presentar Lengua madre, pero tu primer acercamiento fue con Campo Minado de la que, por cierto, ahora podremos ver el film Teatro de Guerra, ¿cómo está resultando este regreso?
Efectivamente, hace bastantes más años estuve en otros lugares de España con otras obras, pero en Madrid la primera fue con Campo Minado. Estoy contenta de volver a España y que el Centro Dramático Nacional me ha haya invitado hacer este proyecto aquí, porque es un proyecto que me resultaba muy interesante desarrollar en diferentes contextos. De hecho, se estrenó en Italia, en Bolonia, ahora se va a hacer en Madrid, luego se va a hacer en Barcelona, en Berlín y hay muchas posibilidades también en Argentina.
Vienes del mundo de la literatura, has pasado por la música, pero es el teatro documental el que te ha traído a nosotros. ¿Hay alguna diferencia entre la Lola Arias de cada faceta?
Ninguna. Es la misma persona en distintas etapas de su vida. Yo vengo de la literatura. La poesía fue lo primero que hice. Escribo desde que pude escribir. Estudié literatura en la universidad, con lo cual la literatura para mi es esencia; trabajo con el lenguaje, es algo fundamental y el hecho de que a lo largo de los años me haya volcado más hacia un trabajo documental no quiere decir que la parte de la escritura y de la poesía no sea algo que atraviesa toda mi obra desde hace más de veinte años hasta ahora.
Para crear los cimientos de Lengua madre, has entrevistado a personas de toda índole, plateándoles cuestiones sobre la maternidad. ¿Cómo has trabajado todo ese material?
Entrevisté a muchas personas buscando diversas experiencias de maternidad, paternidad o de personas que decidieron no tener hijos. La constelación de historias alrededor de la maternidad es bastante diversa y en esta especie de enciclopedia de la reproducción en el S. XXI se plantean bastante dilemas actuales.
¿Cómo cuáles?
Es interesante porque en cada versión se va reformulando con personas nuevas y va tocando muchos aspectos centrales de las discusiones políticas del momento, en relación al aborto, a la reproducción asistida, los derechos reproductivos. Muchas luchas que atraviesan el feminismo y otros temas políticos. De alguna manera, se reconstruyen historias personales, pero a la vez se reconstruye la historia de un país y las propias luchas por los derechos reproductivos.
¿Qué tipo de entrevistados han prestado su testimonio al proyecto?
Entrevistamos a personas trans que gestaron, a mujeres lesbianas que tuvieron hijes con sus parejas. Entrevistamos a madres migrantes que hablaban de la migración y de la maternidad, sobre dejar a los hijos en un país, tenerlos en otro o los papeles. También a mujeres que hicieron largos procesos de reproducción asistida con diferentes tecnologías como la ovodonación o la donación de esperma; personas que hicieron subrogación en Estados Unidos o en Ucrania. Entrevistamos a personas que decidieron adoptar. También el tema del aborto está muy presente a través de la historia de una de las protagonistas que habla de tres abortos en tres épocas diferentes de la historia en España, cómo fue antes y después de las leyes que se fueron modificando.
¿Qué conclusiones o qué reflexiones sacas después de todas esas conversaciones?
No hay una sola cosa sobre la que piensas, vas pensando en diversas cosas. Hay muchas problemáticas que van atravesando la obra. Pero sí que hay un pensar sobre la familia como institución, las diferentes formas de familia, si hay que parir o no, si hay que abolir según qué tipo de familias, de qué formas queremos reproducirnos en el futuro. Hay un pensamiento sobre cómo gestionar la reproducción hoy y qué tipo de mundo podemos esperar mañana. Piensas sobre la lucha por las leyes del aborto en los años 80 en España, piensas en todas las posibilidades y los dilemas éticos que están implicados en las técnicas de reproducción asistida, en el significado de adoptar o los desafíos que conlleva una adopción internacional, como una de las performers que adoptó un niño de Etiopía.
Y todas historias, ¿cómo han acabado dando forma a Lengua madre?
La obra está divida en distintos capítulos y en ese sentido es como una enciclopedia de la reproducción. Hay un capítulo que se llama ‘Educación sexual’, otro es ‘El aborto’, otro es ‘El deseo’, ‘El parto’, ‘La familia’… y, a través de esas escenas, se van reconstruyendo las historias de les protagonistes, y en esas reconstrucciones es donde se cuentan, se actúan y se discuten las historias.
Hablando de crear, ¿qué te lleva a elegir los proyectos en los que te involucras? ¿Cuál es la intención de tus creaciones?
En realidad, es muy raro cómo uno elige los proyectos o cómo los proyectos te eligen a ti. Hay un momento en el que una idea queda resonando en algún lugar extraño y no sabes dónde empezó. En el caso de Lengua madre, yo creo que la propia experiencia de la maternidad fue muy radical para mí, fue como un cambio de vida, de piel, que me hizo de alguna manera conectarme de una manera muy distinta a todo lo que está implicado a la maternidad, desde la solidaridad entre mujeres, hasta los problemas del cuidado. La relación que tienes con las instituciones cuando estás trabajando y eres madre. Cuando tienes que viajar por el mundo, por tu trabajo y eres artista, pero nadie considera que tienes un hijo y tienes necesidades específicas. Y luego todas las luchas que en todos estos años, desde Argentina sobre todo con la lucha por el aborto, me fueron formando en una manera de pensar y de entender, y de querer construir nuevas ideas de familia.
¿Por qué titulaste el espectáculo Lengua madre?
¡Es horrible explicar los títulos! (risas). Lo más interesante es que los títulos resuenen para cada quien donde quiera. Para mi Lengua madre resuena en la idea de qué es lo que se aprende, qué es lo que está innato, qué es lo que viene con la madre, qué es lo que la madre me da, la idea de que la lengua viene de la madre. En realidad, me hace pensar más en cuál es la lengua que hablan las madres, cómo se define la palabra madre; de qué manera se puede inventar una nueva manera de hablar y de pensar sobre la maternidad y sobre la familia y los roles, sobre los cuidados. Obviamente cada uno puede asociar con esas dos palabras lo que quiera. Y no digamos solo madres, también los que decidieron no tener hijos. Los que hablan los que hacen oír sus historias, sus dilemas y sus luchas.
Haces referencia a todos los asuntos relacionados con España, imagino que como es un espectáculo que se va fraguando en relación a las entrevistas, cambiará dependiendo de los lugares donde se vaya a subir a escena.
Totalmente porque en cada país, de alguna manera, las leyes cambian, los conflictos son otros, la cultura… La obra en España se mete mucho más en el tema de los dilemas éticos y políticos de las técnicas de reproducción asistida, por ejemplo, y de cómo queremos gestionarlas por delante de otros temas.
Obviamente en Italia y en España hay muchas cosas en común por toda la cultura católica de ambos países, pero a la vez España se ha convertido a lo largo de los años en una meca de la reproducción asistida debido a la legislación más liberal que maneja. Es un destino de turismo reproductivo. Hay cosas que son muy específicas de España que plantean un montón de cuestiones políticas que en Italia no se pueden ni pensar, como que tienen el banco de donantes de óvulos más grande de toda Europa, en Italia la donación de óvulos no está incentivada, entonces no es como se hace aquí que hay como una idea de altruismo, de compensación, donde se paga por la donación. Todo ese sistema y el crecimiento de las clínicas privadas no existe en la dimensión en la que existe en España.
Tus trabajos han contado en numerosas ocasiones con actores y actrices no profesionales, ¿en Lengua madre también es así?
Sí, hay personas que no tienen experiencia escénica previa y otras que sí, es un elenco mixto, algunas de las personas que veremos aquí tienen experiencia como actores, como performers o como bailarines y otros es la primera vez que se suben a un escenario.
La puesta en escena, según se describe, es: “un espacio híbrido entre una biblioteca y gabinete de curiosidades”, ¿qué te ha llevado a situarlo en ese espacio?
La puesta en escena es en un espacio donde hay objetos de distinta índole, con esa idea de representar el mundo en un solo lugar, traer una representación de un objeto, de una piedra, de un animal, o una obra de arte, y generar una especie de prisma para ver el mundo. En este caso, este gabinete de curiosidades tiene una gran pantalla donde se proyectan documentos y videos de cosas que se firman en escena, y las performers están en escena actuando construyendo, actuando, cantando, haciendo video en vivo.
Algo muy alejado de lo que la gente presupone que es el Teatro documental.
Si alguien todavía piensa que el teatro documental es personas dando testimonio, no es eso, es una obra de teatro donde hay música, videos, escenas, donde se dan situaciones, donde hay actuación, donde hay todo lo que hay en una obra de teatro. Eso es lo que hay.