“La creación me ayuda a canalizar las herramientas que utilizo en el aula encima de un escenario”
La pedagoga y creadora Leire Amonarriz estará por partida doble este mes en la capital, en Espacio Abierto y en el Teatro Fernán Gómez, con su espectáculo IzAdi. Acompañada de Alberto Almazán y algunos objetos y marionetas, compone una oda al mundo de los sentidos y su conexión con la naturaleza.
Educar y entretener a partes iguales
Por David Hinarejos
Vienes del campo de la pedagogía, ¿cómo surge la idea de crear tu compañía El Lagarto Baila?
Yo tenía una experiencia escénica relativamente amplia: trabajé con Megaló – Teatro Móvil con Nicolas Rambaud y luego estuve en Transdanza, que era un proyecto que combinaba el campo pedagógico con la escena. Después de eso lo dejé un tiempo aparcado, pero de alguna manera seguía con esa inquietud de crear. Además, la pedagogía que yo abordo sigue una metodología creativa, con lo que los elementos y recursos que desarrollo en las propias clases pueden tener valor artístico, escénico y estético. De ahí surge la necesidad de poner en pie El Lagarto Baila que me ayuda a canalizar las herramientas del aula encima de un escenario.
Como pedagoga, investigadora y creadora escénica, ¿cómo te hace sentir ver como se ningunea la importancia de la danza y el arte en el currículo de enseñanza oficial?
Asisto a la situación con tremenda tristeza porque desde la práctica de la pedagogía de la danza o desde la creación artística se puede conseguir un gran enriquecimiento sensorial para, sobre todo, las primeras etapas de la infancia. Es muy pocos sitios esto se tiene en cuenta, yo tengo una hija que ahora mismo va a la guardería y veo de primera mano la falta de preparación en este ámbito. Si te digo la verdad, he pasado por momentos de más enojo y otros de menos, es cierto que hay muchos proyectos ahora mismo muy interesantes, pero las instituciones responsables todavía no hacen mucho caso.
¿Cómo beneficia la práctica de la danza en los más pequeños?
El foco principal, pero no el único, es el desarrollo de la motricidad y del cuerpo de una forma armónica. Hay muchísimos estudios que demuestran que se relaciona directamente con las emociones y el desarrollo cerebral. Y ya no solo en la primera infancia, se aplica igualmente a primaria o secundaria. Al final estamos hablando de un desarrollo completo de la persona.
¿Somos, y serán las generaciones que vengan, peores espectadores o menos sensibles al hecho artístico al no haber sido bien educados en ese ámbito?
Está claro que cualquier experiencia positiva al respecto que hayas tenido en la infancia marca los deseos o intereses que puedas tener cuando eres mayor. Si no hay una relación con el arte tanto desde la práctica como desde la observación será muy difícil, por ejemplo, que puedan asistir a un espectáculo de danza sin pretender entenderlo, simplemente dejándote llevar por la belleza de lo que perciben y sienten.
¿En qué momento dirías que se encuentran las artes escénicas dirigidas al público infantil?
Tengo que decir que yo hace poco que realmente formo parte del sector, a mí misma hasta hace muy poco me costaba considerarme coreógrafa o creadora. Lo que, si te puedo decir, desde mi experiencia, es que desde las instituciones parece que se está apoyando más este tipo de proyectos y parece que hay una mejor consideración para espectáculos dirigidos a la infancia. Como espectadora que selecciona obras para ver con su hija cuando busco opciones encuentro muchas propuestas que distan mucho de tener una intención pedagógica o cierta calidad artística. También es verdad que esas mismas propuestas agotan las entradas, así que entiendo que la gente también es lo que quiere.
¿Cómo llevas a cabo el proceso de creación de un espectáculo?
La creación siempre viene de la mano de la investigación. La metodología que yo utilizo se basa en jugar con X material y probar diferentes maneras de transformarlo y ponerlo en diversas situaciones. Hay una investigación constante en relación a los contenidos u objetivos que me interesa trabajar con los peques y la mejor manera de hacérselo llegar.
IzAdi significa naturaleza en euskera. ¿Qué nos vamos a encontrar en el espectáculo?
Un espectáculo muy sensorial en el que las texturas, los sonidos, los movimientos, la propuesta plástica en sí, es muy rica y expresiva. Me inspiré en los haikus japoneses y la idea es hacer sentir al público que está en plena naturaleza al asistir a la función. Además, la escenografía está casi completamente realizada con la técnica de ganchillo o croché lo que resulta muy estimulante y llamativo.
¿Participan activamente los peques?
De alguna manera sí. Hay momentos en los que hay situaciones en las participan incluso de maneras que no estaban previstas. El espectáculo no está dirigido a esa participación, pero está completamente abierta. Los bebés interactúan impulsivamente y nos gusta recoger eso para que puedan sentirse parte de lo que está pasando y que sepan que lo que ellos hacen repercute en el escenario.
¿Cómo reaccionan al ver el espectáculo? ¿Y los niñas y niñas más mayores y sus padres y madres?
Cuando son tan bebés entran muy fácilmente a lo que se les propone. Tanto en IzAdi como en el anterior espectáculo, 2×4, hemos recibido muy buen feedback por parte del público a los que a priori no va dirigido. De todas formas, yo también meto guiños y cuestiones que están pensados para los adultos, al final siempre van a estar acompañando a los peques y hay que contar con su complicidad. A los hermanos mayores les cuesta un poco entrar porque puede parecerles al principio un poco lenta, pero luego se enganchan y conectan.
Entre tanta oferta familiar que sirve para completar las programaciones de espacios de diversa índole. Para ti, ¿qué supone la existencia de un lugar como Espacio Abierto orientado exclusivamente a ofrecer propuestas para niños y niñas de diversas edades?
Como creadora y como madre cuando entras en Espacio Abierto sientes una recepción muy especial, muy cálida. Es un lugar que está muy pensado para el público al que va dirigido y en todo lo que programa, ya sean talleres o espectáculos, hay un criterio de calidad muy potente. Para mí, es un placer poder haber estado allí con El Lagarto Baila y volver de nuevo este mes.
Hasta ahora has creado espectáculos para primera infancia, ¿te planteas en próximos proyectos centrarte a otras edades?
Es un público que me gusta mucho, es muy especial, y todavía me gustaría seguir haciendo cosas para él. En todo caso, si hiciera algo más adelante para más edad no sería bajo la marca de El lagarto baila, ya que está muy identificado con la infancia de 0 a 3 años o de 2 a 5. Lo que sí me gustaría en futuros proyectos es introducir la creación de la música en el mismo escenario, me parece muy interesante, ya he empezado a trabajar con una clarinetista y una chica que toca la flauta travesera.
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