Llega a Madrid uno de los estrenos más esperados de la temporada circense: Todo Lo Posible, la nueva creación de la compañía Nueveuno. Jorge Silvestre, Miguel Frutos, Fernando Santa-Olalla -columna vertebral de la compañía-, junto a Nico Nale (que también se encarga de la música en directo), interpretan un espectáculo de circo contemporáneo que nos muestra la relación de los artistas con el éxito, la necesidad de aprobación, las envidias, el amor y los aplausos. Sobre el escenario, a través de malabares, magia escénica, la música en directo, el sonido, la iluminación y las video-proyecciones, se preguntan: ¿Es una locura querer gustar a todo el mundo? ¿Es un limite? ¿Un motor? ¿Qué es el éxito para ti?

 

La cía. de circo Nueveuno reflexiona sobre qué es el éxito en Madrid

 

Como en anteriores trabajos, su lenguaje coreográfico de la manipulación de objetos les sirve para establecer una conexión con el espectador tanto a nivel estético como conceptual, algo que se traduce en momentos de singular belleza como unos malabares con pelotas al ritmo de Bach que les sirve para mostrarse exitosos, una batería en directo y malabares para mostrar duda, rutinas de hasta 13 aros para mostrar sus habilidades o una coreografía de manipulación sobre el Sinnermande de Nina Simone de 13 minutos, para mostrar esfuerzo.

 

La cía. de circo Nueveuno reflexiona sobre qué es el éxito en Madrid

La cía. de circo Nueveuno reflexiona sobre qué es el éxito en Madrid

 

 

También han explotado al máximo las posibilidades de la sala y la técnica con nuevos horizontes como la levitación de objetos o la grabación y emisión en directo configurando un espectáculo de malabares precisos, de coreografía perfecta, de integración técnica y escenográfica. Les acompañan en el plantel artístico Vaz Oliver en la composición musical y espacio sonoro, Vanessa Actif como en el diseño de escenografía y vestuario y Carlos Marcos en el diseño de iluminación.

LA COMPAÑÍA NUEVEUNO

La Compañía de Circo Nueveuno se funda en 2014 en Madrid y desde entonces han buscado un código escénico propio partiendo de la manipulación de objetos y los malabares combinándolos con otras técnicas como las acrobacias, la magia escénica, las proyecciones o el trabajo con texto.

En su ADN está creer que una de las responsabilidades del circo es la capacidad de sorprender y entretener, la capacidad de mostrar algo nunca visto. Pero también que cualquier proyecto llegue a emocionar y comunicar para apelar al interior del espectador. Para ellos, eso se consigue, no solo generando risas, carcajadas o aplausos, sino también incidiendo en la tristeza, la melancolía o la rabia.

Han trabajado para Gandini Juggling (Londres) y el Cirquedu Soleil. De toda su experiencia foránea, aprendieron a trabajar fino y duro en torno al ritmo, la música, la iluminación y la perfección, proyectándose firmemente como una compañía centrada en la creación de sala. A día de hoy han estrenado dos grandes espectáculos con sus respectivas versiones de calle: Sinergia 3.0 (2016), una reinterpretación conceptual del Hombre de Vitruvio de DaVinci y Suspensión (2020), un trabajo de autoficción desde el circo en el que cuestionarnos como grupo de trabajo y como hombres.

Desde 2018 se implicaron en procesos híbridos de investigación escénica e intervención con la ciudadanía como Cuerpos en Suspensión (2021) o Aplausos y Silencio (2023) y en la coproducción de espectáculos de otras compañías como Quiero colapsar a tu lado (compañía La Rueda, 2022). Así, poco a poco y después de diez años de trayectoria, han logrado un proyecto sólido y posicionado a nivel estatal de circo con voz propia, fundamentado en la precisión, la coreografía de manipulación y la dramaturgia circense.

 

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