No hay que hacer nada para que te quieran
Esta pieza parte de las letras jondas del flamenco; de la idealización del otro y las promesas de felicidad contenidas en el amor romántico.
Esta pieza parte de las letras jondas del flamenco; de la idealización del otro y las promesas de felicidad contenidas en el amor romántico.
En un espacio a cuatro sillas, 4 diálogos se sobreponen de manera continua en lugares y situaciones diferentes. Pero a todos les duele algo y