La sangre que brotó
La vanidad, el narcisismo y los juegos psicológicos, la lujuria y el engaño no son buenos ingredientes para un cumpleaños.
La vanidad, el narcisismo y los juegos psicológicos, la lujuria y el engaño no son buenos ingredientes para un cumpleaños.
Obra fascinante sobre el complicado camino hacia la felicidad. Una obra con un protagonista magnético.