Por Sergio Díaz
Llega una nueva edición del Festival Visibles, un festival de arte inclusivo que organiza desde hace cinco años la Sala Tarambana y que nació como idea de Javier Crespo Lorenzo. En esta entrevista nos habla de las novedades que nos vamos a encontrar este año de un festival muy necesario, aunque ojalá no lo fuese, y que veremos en qué medida le afecta el temido COVID-19, que a estas horas nos mantiene en vilo a toda la población.
Festival Visibles nació con alma efímera. Mostrar una realidad que está ahí, pero que no hiciera falta seguir haciéndolo. ¿Aún estamos lejos de que no haya que organizarlo?
Pues con esto me pasa una cosa curiosa. Cuando empiezo el proceso de abrir convocatoria de una nueva edición del festival, recibo materiales, los visiono, los selecciono y demás parte del proceso, me parece que la inclusión está muy presente en el arte y que se va consiguiendo avanzar en el camino. Pero en cuanto termina el festival empieza una especie de silencio, no llegan espectáculos inclusivos a mis manos, como le pasará a mis compañeros programadores de otros espacios, imagino, no está presente la inclusión en medios, y me da la sensación que la inclusión queda guardada en un cuarto hasta la siguiente edición. Y desde luego no es porque se programen espectáculos inclusivos durante la temporada sin ponerle etiquetas, cosa que yo si procuro hacer en Tarambana a lo largo del año, miro carteleras en general, busco espectáculos y no los encuentro. Así que valorando estas y otras cosas, y contestando a la pregunta, puedo decir que aún son necesarios festivales como Visibles.
¿Por qué sigue siendo necesario Visibles?
Sigue siendo necesario por cosas expuestas anteriormente y porque año tras año voy viendo, por espectáculos que llegan a mis manos, que hay muchos sectores de la sociedad que reclaman esa visibilidad, que nos dan un toque de atención y que nos dicen . ¡Oye, que estoy aquí!, que tengo cosas que contar. Y nosotros intentamos poner nuestro granito de arena.
Visibles nació para dar visibilidad a las personas con discapacidad y demostrar que son muy capaces, que utilizando el arte como vehículo integrador podemos lograr una plena inclusión y que poco a poco esa inclusión vivida en los escenarios se traslade de una forma natural a nuestro día a día de vida en la sociedad. Pero también hay colectivos como los de nuestras personas mayores, personas en riesgo de exclusión social, personas maltratadas, personas del colectivo LGTBIQ+ personas en definitiva, que también necesitan mostrar su realidad en un escenario para que nos demos cuenta que también están aquí con nosotros, en nuestra misma sociedad que muchas veces les da la espalda. Y por ese motivo sigue siendo necesario Visibles, teniendo a las personas con discapacidad como principal referente abrimos al resto de colectivos el festival para que todos seamos Visibles.
¿Qué balance haces de estos años organizando este Festival?
Pues en lo personal un balance positivo, es mucho trabajo y desgaste organizar un festival de estas características pero una vez que empieza y ves todas esas compañías y ese trabajo que hay detrás dices. Merece la pena.
La cosa cambia cuando hablamos de la parte económica ya que Tarambana no ha tenido beneficio en las cuatro pasadas ediciones, es más, en alguna edición hasta se ha perdido dinero. Hacer un festival así y de tanta duración implica mucho aporte económico que no se completa con las entradas vendidas y las ayudas recibidas. Pero es un compromiso que adquirimos, así que hasta que el jefe me de permiso seguiremos, y además con Visibles somos ricos en abrazos, sonrisas y felicitaciones.
Hemos visto que poco a poco Visibles ha ido creciendo en cada edición. Ya el año pasado el Festival se abrió a nuevas salas, este año también… ¿Es una aspiración que cada año se sumen más espacios a celebrar Visibles con vosotros?
Pues sí, año tras año crece y este año volvemos a contar con varios espacios escénicos de MACOMAD (Coordinadora madrileña de salas alternativas), de la que Sala Tarambana es socia, como Bululú 2120, Lagrada, La Usina y Teatro del Barrio así como Teatro de la Sensación y Teatro Quijano de Ciudad Real y Tantarantana de Barcelona, estas últimas pertenecientes a la Red de Teatros Alternativos como todas las anteriores, incluida Tarambana. Lo ideal sería que todos los espacios escénicos tuviéramos el compromiso de juntarnos, al menos una vez al año, en un festival de estas características, ya sea Visibles u otro, lo organice Sala Tarambana u otro espacio, pero creo que es importante que se sumen. Algunos tristemente no se han sumado porque no han podido o no han querido, pero no podemos obligar a nadie a tener compromisos sociales. Pero doy las gracias a los que este año siguen con nosotros y a Tantarantana por sumarse, espero que para otra edición podamos estar todos.
Y más allá de esto. ¿Qué le falta aún?
La verdad que después de cuatro ediciones, y a punto de comenzar la quinta, creo que Visibles se va completando y le faltan pocas cosas. Falta más compromiso por parte de espacios escénicos para sumarse a este proyecto, falta más compañías inclusivas que miren antes los resultados sociales de este festival a los económicos, falta hacer las cosas más fáciles y no poner continuamente palos en la ruedas.
¿Sentís que tenéis todo el apoyo necesario?
Bueno en estos momentos, a nivel económico, tenemos el apoyo de Obra Social ‘la Caixa’, el ministerio de Cultura a través del INAEM y la Comunidad de Madrid. Cada uno aporta algo para que Visibles sea más viable y se pueda llevar a cabo. Los medios de comunicación también hacen su parte importante y necesaria, pero sí que muchos podían hacer algo más, o algo. Este festival va por su quinta edición y hay muchos medios que a día de hoy no nos han prestado atención por más que llamamos a su puerta, parece que si no tienes una gran película, un espectáculo en el que aparece un artista famoso o grandes medios económicos somos inVisibles para alguno de ellos, si solo les ofreces ilusión, inclusión y mucho trabajo, eso no les interesa. Cuando te pones a mirar con perspectiva siempre ves que nunca acabas teniendo todo el apoyo necesario, porque conforme vas teniendo más apoyo el festival sigue creciendo, y al crecer ya te hace falta más apoyos en general que los que tenías en la pasada edición. Pero me puedo sentir afortunado porque el principal apoyo lo tengo de la dirección de Sala Tarambana y de todo el equipo humano que compone la familia Tarambana, también nos apoyan muchas asociaciones, fundaciones, compañías, que llevan muchos años trabajando la inclusión y que hacen más fácil la elaboración de Visibles, un apoyo necesario también es el de ese público que año tras año se anima a acudir al festival y que ayuda a esa ‘transformación’ que muchas veces hemos hablado.
¿Qué más novedades nos puedes destacar dentro de esta V Edición?
Pues edición tras edición las novedades son más difíciles de ofrecer. Lo que si podemos, y queremos, contar es que este año tenemos una gran novedad, los espectáculos que se muestren en Sala Tarambana contarán con Ayuda auditiva (sonido amplificado y bucle magnético) para personas con problemas auditivos. Una colaboración que nos hacen desde Aptent a través de Teatro Accesible y por la que estamos muy agradecidos. También seguiremos haciendo los recorridos táctiles, antes del comienzo de los espectáculos, para que las personas ciegas puedan tocar los elementos en escena, a los artistas, sus vestimentas, etc y poder hacerse una configuración de lugar. Poco a poco intentaremos ofrecer un teatro todo lo accesible que podamos.
Otra novedad la tenemos este año en el cartel anunciador de Visibles. La artista Chon Mayoral nos ha prestado una de sus obras de su trabajo Otra visión, otra mirada para anunciar esta quinta edición. La artista con discapacidad visual y auditiva ha conseguido trasladar a sus fotos como ella ve con su discapacidad visual en su día a día, partes enfocadas y desenfocadas que nos demuestra cómo ve ella realmente y que ha sabido recrear, con gran maestría, a través de las fotos y que creemos que es el mejor cartel para anunciar Visibles.
Siempre ofrecemos la novedad que las compañías de cada edición no les dejará indiferente a nuestro público con sus espectáculos y otra novedad es que este año se suma el espacio escénico Tantarantana de Barcelona. Además por primera vez tendremos una compañía de fuera de España, la compañía Argentina Stereotipos nos trae un espectáculo en el que se estará completamente a oscuras donde los sonidos, aromas, y texturas son utilizados para recrear cada escena. Una forma de ponernos en el lugar de la persona que no ve o tiene una disminución visual. Y para finalizar señalar la apertura del Festival Visibles a otros colectivos desfavorecidos de la sociedad que nos mostraran su realidad.
¿Cómo elaboras la selección de las obras que participan? ¿A medida que has ido organizando más ediciones está siendo más fácil o más difícil contar con espectáculos para completar el cartel?
Pues las pautas que utilizo a la hora de seleccionar las obras que estarán en Visibles son las mismas que utilizo para la programación habitual, calidad del espectáculo, calidad actoral, mensaje del espectáculo y en este caso la inclusión que tiene el espectáculo y la trayectoria de la compañía dentro del trabajo inclusivo.
La verdad que no es difícil elegir espectáculos de arte inclusivo para el Festival Visibles, lo difícil es decidir cuál se queda fuera por falta de días para poder programarlos, ya que año tras año llegan más espéctaculos y de mayor calidad. En el Festival intento abarcar varias disciplinas artísticas: Teatro, teatro musical, danza, música, documental y fotografía. Porque así se puede apreciar que son muy capaces de atreverse con cualquier disciplina artística, tienen arte para cualquier disciplina.
Este año viene alguna compañía de fuera de España. Imagino que será un esfuerzo muy grande traer a compañías de otros países, e incluso de otras comunidades…
Pues a veces es más fácil traer una compañía de fuera de España que de otra comunidad. Las compañías de fuera de España, y sobre todo de America del sur, cuentan con ayudas para poder desplazarse hasta España y lo organizan para poder hacer una gira de un mes o más por Europa, lo hacen bien. Traer compañías de fuera de Madrid nos supone un gasto añadido ya que cubrimos su transporte, alojamiento y dietas, pero es la única forma de que puedan venir, de otra manera sería imposible. Y esto lo podemos hacer durante el Festival porque hay unas ayudas específicas para ello, que son muy muy limitadas y que ojalá pudiera ser posible para el resto de la programación anual. Además contamos con la colaboración de Rafael Hoteles Atocha que nos ayuda con precios asequibles para Visibles. Hay veces que me encuentro con compañías de Madrid que no entienden que a otras compañías de fuera de aquí les tengamos que cubrir esos gastos para que puedan venir, se quieren poner al mismo nivel siendo de aquí y actuando aquí y eso no tiene ningún sentido. Si vives aquí no te puedo cubrir una noche de hotel o pagarte una comida porque si, es algo que no comprendo y veo que hay mucha ignorancia al respecto.
Ya hemos hablado en otras ocasiones del compromiso de la Sala Tarambana con la igualdad y la diversidad, pero no es algo que se quede en un mes solamente, cuando tiene lugar este evento. Cada año seguís abriendo nuevos caminos en este aspecto, ¿no?
Pues sí, intento que durante el año se siga manteniendo la inclusión en Tarambana, pero sin poner la etiqueta de inclusivo. En programación hay espectáculos que trabajan la inclusión durante la temporada y fuera del festival, pero no remarco que son espectáculos inclusivos. Quiero que el público venga y simplemente se sorprenda al ver actores, actrices, bailarines, músicos y un buen espectáculo. También le estamos dando un nuevo enfoque a la formación actoral con personas con discapacidad, mediante cursos de teatro que eran exclusivamente para personas sin discapacidad y se han incorporado personas con discapacidad. Desde ahí, desde ese punto de encuentro entre personas sin discapacidad y con discapacidad, desde ese punto de adaptación de cada uno se va trabajando la inclusión como algo natural, sin grandes protagonismos ni aspavientos. Seguiremos en ese camino intentando abrir un método natural de inclusión a otras disciplinas.
Cuando programáis obras inclusivas en Tarambana ¿Cómo es la acogida del público?
Pues es de sorpresa y de emoción. Porque como he dicho anteriormente no ‘etiqueto’ la obra diciendo que es inclusiva y el público viene porque le ha llamado la atención el tema, el titulo, el cartel y se encuentran con el regalo de la inclusión. Como cualquier otro espectáculo cuesta traer al público, de forma natural las dos primeras funciones viene gente más próxima a la compañía y público muy fiel de la Sala y a partir de ahí comienza el siguiente paso, el del boca a boca. Hacemos mucho trabajo de prensa, de difusión de flyer, de mailing, pero lo que hay que conseguir en cada espectáculo es que el público se lo recomiende a un amigo, un familiar, etc, o si no le ha gustado a su enemigo. Son muchas obras las que llegan día a día y no hay suficientes días en la temporada para programar a todas y más si quiero tenerlas unos días en programación para que el público oiga hablar de ellas y se acerque a verla.
¿De qué te sientes más orgulloso siendo director de este Festival?
Pues me siento orgulloso de todo el Festival, me siento orgulloso de que ya sean cinco ediciones, de ver que año tras año se conoce y se ha convertido en un festival de referencia, me siento orgulloso de poder dar un espacio a colectivos y personas que nos quieren contar muchas cosas a través de las artes escénicas, muy orgulloso y feliz de todas esas sonrisas, abrazos sinceros y gratitudes que recibo, orgulloso de aportar un grano de arena a la sociedad y muy orgulloso de poder hacer este trabajo en Sala Tarambana y con el apoyo incondicional de Nacho Bonacho, su director, y de todo el equipo de Tarambana que también hacen posible que Visibles sea una realidad.
¿Y qué has aprendido tú en todos estos años de Visibles?
Pues que al final puedes hacer todo lo que te propongas, pero no lo digo por la realización del festival en sí. Lo digo por todo lo que he ido viendo a lo largo de estos años, por esos actores y actrices que te dejan con la boca abierta, por todas esas personas que trabajan la inclusión desde hace tantos y tantos años en silencio, día a día, por esos familiares que se despiertan cada día y acompañan en la vida a las personas con necesidades especiales. Esa humildad y entrega es una gran lección de vida y por eso me gustaría dedicar este V Festival Visibles a todos los que día a día, con su trabajo y en silencio, hacen posible una sociedad más justa.
