Me encanta la gente que tiene un objetivo en la vida y que lucha y trabaja para cumplirlo. Esa gente que, a pesar de tener todo en contra, no ceja en el empeño de seguir haciendo camino (con lo fácil que sería pararse). Porque querer ser artista ya es enfrentarte a un camino complicado y a oír muchas respuestas negativas sobre la alternativa de vida que has elegido. Pero si encima quieres dedicarte al mundo del circo… pues se pueden imaginar las dificultades. Pero, afortunadamente, hay gente que lo tiene tan sumamente claro que lo consigue. Y gracias a ellas y ellos, sigue viva, vigente y contemporánea esta disciplina que parece que siempre tiene que estar quitándose ciertos estigmas de encima.
Madrid tiene gente muy comprometida con las Artes Circenses (sólo con mencionar la Escuela Carampa ya se abren las puertas de medio mundo), y una de estas personas es Eva Luna García-Mauriño (por favor, echen un vistazo a su curriculum para entender lo que digo). Dado que me es una persona relativamente cercana y a la que tengo un gran aprecio, podría seguir escribiendo una loa en todo lo que me queda de texto, pero vamos al tema que nos ha traído aquí. Eva es la directora artística de Riesgo. Festival de Circo de la Comunidad de Madrid, un evento que nace especialmente dirigido al público juvenil y adulto, y que reivindica la dramaturgia del riesgo como máxima expresión del Arte Circense.
“Riesgo es una propuesta que la Comunidad de Madrid me encarga para desarrollar, -nos comenta Eva-. La idea era crear un nuevo Festival Internacional de Circo enfocado a público adulto, un hito muy esperado para el sector del circo en la Comunidad. Me siento muy agradecida y afortunada por poder iniciar este proyecto tan ambicioso que ansía convertirse en un festival de referencia”. Un hito necesario, la verdad, porque aunque ya hay festivales de Circo en Madrid muy importantes, como son los festivales MADn (organizados también por Eva), hace falta seguir consolidando esta disciplina.
“Esa es nuestra meta -prosigue Eva-, el fin último es conseguir que el circo sea una oferta cultural a la altura de otras artes como la danza y el teatro y que las personas acudan al circo sabiendo que en el circo también puedes encontrar muchos estilos variados para gustos diversos. Se trata de normalizar que el circo puede entretener, pero también emocionar, hacer reflexionar, remover…”. Normalizar y desterrar connotaciones que siempre le acompañan y que tanto daño le han hecho. “Sí, siempre estamos luchando contra eso. Por eso Riesgo nace para arrancar esos estereotipos y demostrar que el circo es mucho más ecléctico de lo que la ciudadanía suele tener en su imaginario. Y también es importante que se dirija a un público juvenil y adulto, ampliando el imaginario del circo exclusivamente para público infantil”.
Eva, ¿cómo está la salud del circo en nuestro país?
Eva Luna García-Mauriño: Considero que está mejorando muy rápidamente gracias al trabajo conjunto del sector y las instituciones. Sin embargo, en comparación con otros países de nuestro entorno, seguimos a años luz. Necesitamos que haya inversión para la creación y la producción, espacios equipados para el entrenamiento; centros de creación y producción; inversión y regularización de la formación; creación de circuitos de exhibición; teatros adaptados a las necesidades técnicas del circo, y un larguísimo etcétera. No podemos exigir al circo una gran calidad si todas estas cuestiones no se abordan. Son todas piezas de un puzle que es necesario arreglar pieza por pieza y desarrollar estrategias y políticas culturales cuidadosas con él a medio y largo plazo para poder equipararnos al panorama nacional de otras artes y al internacional en materia de circo.
El ‘leit motiv’ de esta edición es “ampliar el imaginario colectivo en torno al circo”, según tus propias palabras. ¿De qué modo queréis conseguir eso?
Eva Luna García-Mauriño: El circo generalmente se asocia a la infancia, a los payasos, al virtuosismo como fin último, a los aplausos, la diversión, la sorpresa, la carpa, etc. Lleva aparejados una enorme cantidad de tópicos que a veces se alejan mucho de lo que hoy en día es el circo y que en ocasiones hace que un público potencial ni siquiera se interese por él porque considera que no va a ser de su agrado. Para mí, no se trata de desechar un tipo de circo en detrimento de otro, ya que, como muchas veces digo, existen muchos circos. Por eso me parece importante la palabra ‘ampliar’, porque no se trata de dejar de lado, sino dar espacio y visibilizar distintas corrientes del circo y normalizar todas esas vertientes para que poco a poco vaya calando en la sociedad que al igual que en el teatro hay un público de teatro clásico o un público para el teatro postdramático, en el circo puede no gustarte lo más clásico, pero quizá sí te guste el más contemporáneo o a la inversa y todo el espectro de corrientes que hay entre uno y otro. Riesgo cuida la programación para abarcar los distintos estilos y que el público vaya familiarizándose con los distintos lenguajes. Que esos referentes que a algunas personas les lleva a decir que no les gusta el circo cambien por “no me ha gustado este espectáculo, o este estilo en concreto” al igual que cuando ves una película y no te gusta, no terminas diciendo que no te gusta el cine.
El circo ha estado durante muchas décadas en el margen, y eso implica un desconocimiento social que nos obliga a hacer una labor de divulgación enorme a quienes nos dedicamos a ello. Por eso también, junto a los espectáculos, vendrá Víctor Bobadilla, uno de los pocos investigadores académicos de circo en España, para hacer un recorrido por todos los movimientos históricos dentro de este arte.
Como bien comentas, además de las 7 propuestas, ofrecéis una ponencia. ¿Es necesario seguir haciendo pedagogía sobre el circo? ¿Hay que seguir rompiendo tabúes?
Eva Luna García-Mauriño: Por supuesto, hay un gran desconocimiento en torno al circo que hace que mucha gente se aleje de él o lo enmarque en un canon muy determinado. Es imprescindible seguir ahondando en su divulgación y generar un vocabulario común entre la creación y la ciudadanía. Hay una gran brecha entre la creación en circo y su recepción y por eso es labor de los gestores culturales y directores artísticos encontrar las vías de que esta distancia sea cada vez menor.
Por ejemplo, para mí se presenta como un gran reto conseguir que el público adulto y juvenil se acerque a ver circo y lo normalice dentro de sus opciones de ocio o consumo cultural, porque muchas veces una persona adulta lee ‘circo’ y automáticamente asume que no le interpela si no tiene hijos o nietos. Al mismo tiempo, vivimos en un momento tan frenético, que cuesta salir a conocer aquello que no son lugares comunes y conocidos. Cuesta atreverse a ver una obra de teatro o danza que no sea de un director o directora, actriz, dramaturgo, coreógrafo, compañía conocida; pues aún cuesta más acercarse a un género del que tienes un imaginario muy arraigado y que puedes o no identificarte con él. No nos sobra el tiempo y eso hace que nos cueste arriesgarnos a invertirlo en aquello que no conocemos. Por todo esto, es tan importante hacer una buena divulgación, dar a conocer, invitar a sacudirse prejuicios y darse la oportunidad de conocer. Ahí también jugáis un papel esencial los medios de comunicación para ayudar a no perpetuar los estereotipos y contribuir a acercar el circo con todos sus colores a la sociedad.
También hay una gran problemática con el circo. El circo no se puede permitir errar. Si hay una persona que se acerca a las nuevas corrientes de circo por primera vez y ve un espectáculo que no le gusta, probablemente no quiera acercarse más. Es un gran reto para artistas y gestores, con recursos limitados, el ir haciendo pedagogía y generar progresivamente un público como el de otras artes.
EXCELENCIA Y CALIDAD
Y para cumplir con los objetivos propuestos nada mejor que traer a nuestra ciudad las mejores propuestas circenses del panorama actual. “Durante este año he ido recorriendo numerosos festivales y programaciones internacionales, buceando en redes y viendo más de trescientas propuestas para ver cuáles podían representar verdaderamente un amplio abanico del espectro del circo actual y llegar a un público variado y complejo. Cada espectáculo ha sido cuidadosamente seleccionado para representar ese amplio abanico y, por tanto, aquí están representados múltiples estilos para gustos muy diferentes. Todos ellos representan un recorrido desde el circo más clásico, la transición hacia el denominado ‘nouveau cirque’, hasta el circo contemporáneo que, a su vez, presenta unas corrientes más estéticas, otras más híbridas con otras artes y otras más técnicamente puristas aún en la deconstrucción, entre otros hitos. También, Riesgo busca representar los distintos formatos, desde el gran espectáculo, hasta propuestas íntimas; así como configuraciones espaciales diferentes donde el público puede casi tocar a los artistas y sumergirse en su dramaturgia. Todos los espectáculos son joyas que recomiendo visitar y conocer, por eso invito al público a acercarse sin prejuicios y dejarse empapar por los universos de cada propuesta que, además, aglutinan siete nacionalidades diferentes” concluye Eva.
Siete son las propuestas seleccionadas en esta primera edición y que podrán verse en las distintas salas del Teatros del Canal. Cirque Inshi de Ucrania inaugura el 30 y 31 de enero el festival con el estreno en España de Rêves, sobre la experiencia de sus artistas previa a la invasión rusa de su país en febrero de 2022.
María Palma nos deleitará con La voz sumergida (1 y 2 de febrero), un espectáculo en el que se sumerge en un tanque de agua fusionando la apnea con la danza y el teatro físico. Los días 6 y 7 de febrero Movedbymatter & Collectif nos ofrecerán BITBYBIT, un juego que pone al límite sus capacidades físicas.
Desde Canadá llegarán FLIP Fabrique para ofrecernos Blizzard (8 y 9 de febrero), un homenaje al invierno en Quebec.
Quienes disfrutan del concepto y la ruptura encontrarán en Lontano & Instante, de la Compagnie 7Bis (13 y 14 de febrero), la fuerza de la imagen y la metáfora.
Los días 15 y 16 de febrero será el turno para A Snack to Be, de la francesa La Main S’Affaire.
Y cierra el festival el espectáculo belga Reclaim, de T1J (20, 21 y 22 de feb.), inspirado en prácticas chamánicas de Asia Central, con las que las mujeres construyen una relación más igualitaria con los hombres para crear un mundo más justo.
Desde vuestra productora, PDCirco, estáis poniendo todo de vuestra parte para promover, divulgar y ofrecer circo. ¿Qué más hace falta para que los lenguajes relacionados con las Artes Circenses sean una alternativa regular de ocio y no sólo limitada a fechas concretas?
Eva Luna García-Mauriño: Creo que es una carrera de fondo en muchas direcciones. Por un lado, de gestores culturales y profesionales por seguir creyendo en nuestro trabajo y confiando en que las semillas que plantamos, germinan y luego crecen. En ocasiones esperamos resultados inmediatos, y es importante tener paciencia y entender que el circo no ha contado con apenas apoyo y que hay que hacer mucho trabajo de base. Por otra parte, necesitamos que los artistas no abandonen pese a que las condiciones no sean óptimas en muchas ocasiones. Necesitamos que el público de oportunidades al circo, que las instituciones visibilicen y apoyen financieramente y con recursos aceptando que el impacto es gradual y que se necesitan estrategias de cambio a medio plazo. Y, por supuesto, que los medios de comunicación contribuyan a este apoyo.
¿Qué diferencias hay las propuestas de Riesgo y las de MADn Circus Festival?, festivales que también organizáis. ¿Sólo la limitación del espacio o hay más en cuanto a filosofía?
Eva Luna García-Mauriño: El MADn Circus Festival es un proyecto que llevo a cabo con mis compañeros de PDCirco a los que admiro enormemente y que conjuntamente nos hemos embarcado en esta loca aventura de contribuir al desarrollo del circo en varias de sus patas más importantes. Riesgo es un proyecto en el que me sumerjo en solitario.
Si hay algo que atraviesa a ambos proyectos es la fuerte responsabilidad sectorial y social de dignificar, acercar y divulgar circo. Sin embargo, son proyectos con líneas artísticas, realidades y filosofía muy diferentes. El MADN es un proyecto enfocado más al circo de calle, aunque también hay propuestas de sala, centrado en todos los públicos y, aunque hay propuestas internacionales, principalmente se centra en visibilizar las mejores propuestas de compañías emergentes y consolidadas del panorama nacional y acercarlas a barrios de Madrid, Alcobendas y San Sebastián de los Reyes. Por su parte, Riesgo persigue visibilizar compañías de sala y carpa de primer orden internacional, todas ellas con una larguísima trayectoria artística.
Ya tienes sobrada experiencia organizando festivales, como decimos, pero ¿cómo se encuentra Eva Luna a pocos días del comienzo de esta nueva aventura? ¿Sientes más responsabilidad con Riesgo?
Eva Luna García-Mauriño: Entre tú y yo, siempre siento una enorme responsabilidad en todo lo que hago. Como te decía anteriormente, siento que el circo no se puede permitir fallar porque tiene la responsabilidad de conseguir que el que ha dado una oportunidad, quiera seguir dándosela. Confieso que cada vez que programo o dirijo un proyecto paso noches sin dormir dándole vueltas a cada detalle para que vaya de la mejor forma posible.
Dicho esto, Riesgo para mí supone un reto maravilloso en todas las direcciones: de cara al sector por traer propuestas anheladas e incluso desconocidas que generen motivación para venir a verlas todas. Me ha hecho muy feliz que colegas de profesión a quienes considero grandes conocedores del panorama internacional, me escribiesen diciendo que había varias propuestas que no conocían, eso significa que estoy cumpliendo parte de mi trabajo. Por otro lado, una enorme responsabilidad de cara al resto del sector cultural para que dirijan su mirada al circo y le den un lugar dentro de la esfera más intelectual. Y, por último, conseguir mi gran objetivo de que el circo se instale en la ciudadanía y que cale la idea de que puedes encontrar opciones que te gusten en el circo, tengas el gusto que tengas. Todo esto, me tiene expectante, nerviosa y con una enorme motivación por ver crecer y asentarse este nuevo proyecto que empieza a dar sus primeros pasos.