Zorra dorada
Una pieza escénica a modo de ritual para exorcizar el abuso, detonada por un caso real.
Una pieza escénica a modo de ritual para exorcizar el abuso, detonada por un caso real.
¿Cómo recuperar nuestra subjetividad en deseos y pensamientos, la pulsión vital que el capitalismo nos ha expropiado?
Hemos explorado qué juventud y qué vejez hay en nosotros y también nos hemos relacionado con gente de mayor edad.
‘Me han dado tantos pollazos en el pecho que el corazón se ha bajado al coño’, es una tragedia ácida, sarcástica, vibrante, surrealista tanto en su forma, como en sus personajes que escapan de los límites racionales.