El equipo del espacio Estudio 2 Manuel Galiana nos cuenta cómo la crisis del COVID-19 afectará a su sala de teatro.
Lo primero de todo: ¿Cómo estáis?
De momento no tenemos conocimiento de ningún afectado próximo y esperemos continuar así.
Con la actividad escénica interrumpida, ¿estáis pudiendo desarrollar otras actividades: gestión, contacto con las instituciones, preparación y difusión de recursos digitales…?
Sí, en principio sí, aunque el contacto con las instituciones prácticamente se reduce a la comunicación de la cancelación de funciones que teníamos ya cerradas. Estamos a la espera de lo que pasará con las contrataciones de las giras para el segundo semestre de la Red de Teatros de la Comunidad.
Cuando escucháis lo del teletrabajo como recomendación gubernamental: ¿qué sentís?
Entendemos la recomendación y que es útil para gran cantidad de empresas y trabajadores pero, obviamente, nos sentimos totalmente excluidos y nos entristece y llama la atención la poca alusión que se hace en los medios y por parte del gobierno al sector de la cultura en general.
¿Cuántas personas trabajaban en vuestra sala habitualmente?
Entre gestión, técnicos y actores, en torno a las 20 personas.
¿Qué ha supuesto esta situación para vosotros a nivel de puestos de trabajo de forma directa? ¿Habéis tenido que prescindir de alguien o podéis mantener todos los puestos?
Hemos tenido que prescindir de todos los puestos. Hemos tenido que paralizar toda la actividad.
E indirectamente ¿Cuántos espectáculos vamos a dejar de ver en vuestra sala y cuántas compañías se ven afectadas?
Habitualmente trabajamos fundamentalmente con producciones propias por lo que no se han visto afectadas otras compañías. No obstante si teníamos cerrado algún concierto para el mes de mayo que dudamos que se pueda celebrar. Hemos tenido que cancelar cuatro espectáculos y los ensayos de tres producciones más que teníamos en marcha.
A nivel de instalaciones, ¿estáis de alquiler o el local es vuestro? ¿Supone uno de los grandes gastos a mantener aunque no haya actividad?
Nuestro local es de alquiler pero hemos recibido una comunicación del arrendador, diciéndonos que, de momento, no nos van a girar el recibo del mes de marzo, no sabemos qué ocurrirá en los próximos meses.
¿Cuáles creéis que van a ser para vosotros las repercusiones a largo plazo de esta crisis del COVID-19? ¿De qué forma lo vais a sufrir de cara al futuro?
Nosotros nos financiamos exclusivamente con los ingresos de taquilla y los que se derivan de contrataciones de nuestras obras por otras entidades. Es difícil prever cuál será la evolución de nuestro sector tras el confinamiento, cómo reaccionará el público, cuándo se podrán reanudar las representaciones y cuál será la respuesta de las instituciones que nos han cancelado funciones, si las programarán en otras fechas, si al ser fondos públicos las seguirán abonando (al menos parcialmente), dada la excepcionalidad de la situación.
Nuestro futuro dependerá de estas cuestiones y del tiempo que nos permitan estar sin pagar el alquiler. Esto en cuanto sala, los actores que trabajan con nosotros tienen su propia problemática particular nada halagüeña.
Se está hablando mucho de las medidas que ha tomado el Gobierno. ¿Crees que son suficientes para la cultura a nivel general y para vosotros en particular?
¿¿¿¿Qué medidas???? Nuestros gestores nos han dicho que de momento no hay ayudas a las que nos podamos acoger. Lo que sabemos es que los actores, técnicos y gestores de salas como la nuestra (y son muchas) se han quedado sin ingresos, tienen unos contratos (si los tienen) a tiempo parcial que no les permiten acumular el tiempo suficiente para acceder a ningún tipo de prestación, que nadie ha hablado (que sepamos) de hacerse cargo del pago de las contrataciones de espectáculos ya cerradas (y ya presupuestadas en fondos públicos) y que no se van a poder celebrar… etc.
¿Qué necesitáis vosotros particularmente de las instituciones en un momento así?
Que nos den apoyo económico para poder hacer frente a los gastos.
Que mantengan los pagos de las representaciones que no se van a poder realizar por el confinamiento
Apoyo institucional que se traduzca en visibilidad y publicidad masiva y gratuita a todas las salas pequeñas una vez pase el confinamiento.
Contratación de espectáculos en espacios de titularidad pública.
¿Tenéis concedida alguna ayuda pública reciente? Si es que sí, ¿tenéis ya el dinero o todavía no? ¿Os han dado las instituciones alguna previsión en este sentido?
No tenemos ni hemos tenido nunca ninguna ayuda pública.
Para atacar a este sector siempre se habla de que la cultura está muy subvencionada, pero llega una situación como esta o una crisis económica y vemos que es un sector que sufre mucho y en casi todos los niveles. ¿Por qué la sociedad no reconoce al sector como debería? ¿Por qué siempre le dan de lado?
Creemos que es un sector muy amplio y con problemáticas muy diferentes, según los niveles. Las subvenciones no parecen llegar a todos de la misma manera. No sabemos si es la sociedad quién no reconoce al sector o es el propio sector (o una parte de él) el que también tiene mucha responsabilidad en lo que ocurre con la parte del sector más desfavorecido. La distribución y producción de espectáculos en los que no aparezcan rostros famosos es misión casi imposible y así lo dicen claramente cuando contactas con ellos para que te programen o produzcan un espectáculo. Vemos los mismos rostros una y otra vez en series de televisión, películas y en las obras de teatro que se exhiben en las salas importantes del país, empezando por las salas de titularidad pública. ‘El pastel’ de las artes escénicas parece repartirse entre muy pocos comensales que, curiosamente, en muchas ocasiones son los mismos que reciben las subvenciones y que se reparten los grandes escenarios, las reseñas en los periódicos, revistas especializadas y programas de televisión. Y esto no se puede achacar únicamente al gobierno. No creemos que exista un apoyo real y generalizado a las compañías que con pocos medios pero buenas propuestas intentan hacer del teatro su medio de vida.
Los críticos teatrales reputados y que escriben en los grandes medios, rara vez se acercan a las salas pequeñas a ver sus espectáculos, la posibilidad de pagar publicidad en las revistas especializadas (en papel o digital) está fuera del alcance de la mayoría de las salas de aforo pequeño… A todo esto hay que sumar, y esto sí que es exclusivamente gubernamental, las tremenda dificultad que supone mantener una sala de aforo inferior a 100 butacas (la nuestra tiene 48), con unos impuestos, seguridad social… que no están pensados para las características específicas de este tipo de salas y esto no hace más que incrementar la precariedad del sector y que estemos siempre en la cuerda floja. Es cierto que el teatro es minoritario respecto a otros sectores culturales pero también es cierto que los espectáculos que reciben un fuerte apoyo publicitario e institucional se llenan y permanecen muchas temporadas en cartel, incluso algunos como es el caso de los musicales que tienen un precio realmente elevado.
Sería necesario hacer una labor pedagógica de creación de nuevos públicos y conseguir cambiar en la mente de los espectadores, especialmente de los jóvenes, los binomios (entre otros) actor famoso= bueno, teatro= aburrido, y para eso sí sería muy importante el apoyo institucional del ‘teatro de cercanía’, el teatro que se hace en las salas pequeñas que hay por tantos barrios de Madrid (y otras ciudades), hay iniciativas al respecto como Surge pero creemos que son claramente insuficientes y que nos tienen una proyección mediática suficiente.