Un proyecto multicultural creado entre Marruecos y España partiendo del imaginario femenino en un viaje de ida y vuelta entre Casablanca y Valladolid. Alicia Soto, directora, coreógrafa e intérprete ha reunido para este espectáculo que ya ha girado por España, Portugal y Marruecos un relevante equipo artístico internacional. Estará en 11 de noviembre en el Real Coliseo Carlos III de San Lorenzo de El Escorial
Un canto a la mujer y al viaje entre culturas
Por Redacción
El espectáculo se elaboró durante tres residencias creativas en Thèatre Ain Harrouda (Casablanca, Marruecos), Centro Cultural de Serrada (Valladolid) y en el Teatro Calderón de Valladolid. Se estrenó el 25 de septiembre de 2020 en Valladolid en el Teatro Calderón, desde entonces ha girado por diferentes españolas y países como Portugal y Marruecos. El 11 de noviembre se estrenará en la Comunidad de Madrid en el Real Coliseo Carlos III de San Lorenzo de El Escorial a las 19:00h.
El espectáculo
El Jardín de las Hespérides es una pieza de daza-teatro que es un canto a la mujer, en un viaje de ida y vuelta entre culturas y sus peculiaridades y que sirve para celebrar los 25 de trayectoria de la compañía Alicia Soto-Hojarasca.
¿Qué hay detrás de cada rostro de mujer que he conocido?
¿Qué historia hay detrás de cada mirada?
No importa el lugar, ni el país de donde vengan, los jardines son iguales, hay infiernos similares, y el paraíso no está reservado para ellas, porque son mujeres.
Aunque haya diferencias de tiempo y de épocas, hay los mismos estigmas: sigue existiendo la diferenciación. Sigue existiendo ‘la menos y el mas’. Sigue habiendo historias similares, luchas, violencia, amor, soledad y superación. Algunas son profundas y dramáticas, simplemente por el mero hecho de donde una nace.
Las Hespérides, según la mitología griega, eran las mélides, ninfas, que cuidaban un jardín albergado por árboles frutales de manzanas doradas que otorgaban la inmortalidad. Este jardín frutal según la mitología griega podía estar situado al sur de la Península Ibérica o en el Atlas marroquí. De ahí el titulo de El Jardín de las Hespérides.
Un jardín que ha sido creado gracias al gran trabajo que ha desarrollado un equipo artístico de primer nivel, formado por nombres como el de la propia Alicia Soto, creadora, coreógrafa, dramaturga e intérprete -junto a Lorenza di Calogero, Paloma Calderón, Sanae Assif y Ester Lozano-, Júlio Martin da Fonseca (dramaturgia y dirección teatral), Carmen Samudio Kostina (dramaturgia), Abdellah M. Hassak (música), Elisa Sanz (diseño de vestuario y espacio escénico) y la colaboración especial de Abdellah Chakiri.
EN PALABRAS DE ALICIA SOTO
«Nuestro Jardín de las Hespérides representa el jardín interior de las mujeres; de todas las mujeres de manera universal, mujeres de diferentes culturas, religiones, lugares y épocas. Desde lo onírico y poéticamente descrito, para mostrar el lugar que toda mujer construye para soñar, para reposar, para tomar aliento, para calmar la sed y construir un mundo intimo, que la ayude a continuar, en otros casos a sobrevivir. El jardín solo existe si se conoce la oscuridad .
Hablar de las mujeres de manera universal teniendo como punto de partida el imaginario lleno de fotogramas que nos dejan las mujeres de Marruecos. Porque todo lo que significa Marruecos conecta con lo ancestral, con el ritual y la tribu. Retornar a la mujer es retornar al inicio, a la fuente, al origen de la vida. Y partiendo de la mujer marroquí intentaremos derrumbar muros de prejuicios sobre las diferencias culturales. Recrearemos el jardín partiendo de un imaginario colectivo femenino que nos mostrará los rituales y las peculiaridades: Las mujeres en el Hammam.
Hemos querido dar la voz a diferentes mujeres, de manera universal y atemporal, utilizando textos de diferentes escritoras, poetisas y filósofas de diferentes épocas, como los testimonios y experiencias de mujeres marroquíes, para mostrar a nuestras Hespérides:
La mujer soñadora.
La mujer enamorada.
La mujer resistente y luchadora.
La mujer trabajadora.
La mujer sola.
La mujer independiente.
Y describir así un jardín donde está la presencia del agua, de los tejidos, de las alfombras, de la ropa llena de color, del polvo coloreado, del CUERPO y de la VOZ.
La juventud y la madurez. Las canciones populares. Los rituales. Los olores. Y el compartir historias, cuentos entre ellas y el PÚBLICO».