Por Álvaro Vicente

 

Sorpresa. Grata sorpresa. Que Mario Gas y Vicky Peña hayan decidido recuperar este monólogo es una gran noticia, porque su contenido, como parte de un buen clásico, se ha terminado revelando imperecedero; y porque el placer teatral que proporciona la actriz al espectador en esta hora y pico es de los que quedan enmarcados en la sala de recuerdos imborrables. Fue en 2007. Era la tercera temporada de Mario Gas como director artístico del Teatro Español, que se vio transformado para el estreno de Homebody/Kabul, de Tony Kushner. Gas cambió el patio de butacas por una grada, para que el público viera desde un ángulo distinto una obra sobre el choque entre Oriente y Occidente escrita antes del 11S y estrenada justo después con gran polémica.

La polémica es consustancial al teatro de Kushner (Ángeles en América es su obra más conocida), que se define a sí mismo como judío, homosexual y antisionista. La primera parte de Homebody/Kabul, el monólogo que volveremos a ver en los Teatros del Canal, se escribió primero y luego se desarrolló en la parte de Kabul. Es el discurso de una mujer que, sentada en su casa de Londres, se imagina viajando a Afganistán para huir de su propia insatisfacción. Vicky Peña ganó, merecidísimo, el Premio Max a Mejor Actriz por este papel. De su mano, emprendemos un viaje con ella que nos invita a reflexionar sobre las corrientes y las derivas que nos han transportado y aún nos arrastran. Con ella seremos testigos y testimonios a un tiempo de un naufragio personal y colectivo.

Hablar de naufragio y hablar de cómo relacionarnos con el otro, con lo otro, es hablar del mundo de hoy y de cómo el ser humano es uno cuando lucha por el poder y otro cuando lucha por la supervivencia, y lo segundo demasiadas veces está directamente relacionado con lo primero. Vicky Peña tiene el poder y la destreza, como actriz, de epatarnos y conmovernos, de atizar la válvula de escape de las emociones sin dejar de azotarnos la conciencia.