Muchos somos los que hemos escuchado hablar de Manolita Chen, pero ¿quién fue? Ahora, con Manolita Chen. Un cuento chino, podremos descubrir desde la pista del Circo Price -del 30 de junio al 17 de julio- a esta artista vallecana que fue capaz de hacer historia a través de su teatro portátil. Un espectáculo creado y dirigido por José Troncoso, a partir de una idea de Pepa Zaragoza, que sirve como homenaje a una mujer que, a pesar de seguir formando parte de nuestro imaginario, no obtuvo su reconocimiento en vida.
Del teatro portátil a la pista del Price
Desde pequeño siempre me han fascinado las ferias, las verbenas, el ambiente ambulante. Esa cosa medio nómada de la gente que trabaja en ellas. Sé que estoy romantizando algo que tiene mucho de precario, y que ser una pieza de este engranaje que sirve de motor para la diversión de los demás es ingrato y esclavo. Pero hay algo que me tira, de hecho, los dos intentos de escaparme de casa que tuve cuando era niño fueron para irme, primero queriendo ser taquillero de feria y luego al circo de Ángel Cristo… Ya de mayor, en mis conatos como actor, los momentos de gira han sido de las cosas que más he disfrutado… Quizá por eso esta propuesta nacida de la actriz Pepa Zaragoza y pasada por la genialidad mágica de José Troncoso me atrapó y me dio ganas de quedarme a vivir allí, en este viaje por la memoria, la suya y la de toda una época de nuestro país. Esos ambientes, esa decadencia adornada con purpurina, plumas, empeño y buenas intenciones tiene algo que me atrae y me atrapa.
Con Manolita Chen. Un cuento chino, descubriremos a una mujer empresaria de armas tomar -interpretada por la propia Pepa Zaragoza-, una vallecana que peleó con uñas y dientes por su sueño, desde un corazón lleno de ternura, reflejo de la inocencia de aquellos años, que vivió el amor donde no esperaba encontrarlo, que tocó el cielo desde el trapecio junto a su marido Chen Tse-Ping -al que da vida Nacho Vera, a quien pudimos ver interpretar canciones de Capitán Bazofia en la gala de los I Premios Godot– y que fue plataforma de artistas como Marifé de Triana, Juanito Valderrama, Rafael Farina, los Hermanos Calatrava, El Fary, Bigote Arrocet, Arévalo, Fernando Esteso, Andrés Pajares, para acabar siendo eclipsada por su propio nombre en el cuerpo de otra persona, una artista transexual de Arcos de la Frontera que, tal y como cuenta la compañía: “En los últimos años tuvo mucha más notoriedad que la original”.
Es una suerte que el Circo Price vuelva a programar este espectáculo, del 30 de junio al 17 de julio, donde además de a Pepa Zaragoza y Nacho Vera, encontraremos a Isa Belui, Luigi Belui, Chema Noci y María Jáimez, responsables de lograr mezclar el teatro, el cabaret y el circo con el realismo mágico y el teatro documento en un ejercicio lleno de emoción y ternura.
Es de justicia que Manolita Chen viva más noches de cariño y aplauso en un espacio como este. Que aquello por lo que peleó toda la vida, que la convirtió en un referente y que después le arrebató todo, pueda tener una continuidad calando el corazón de ese público que no tuvimos ocasión de poder admirar en vivo todo ese universo portátil que ella fue capaz de crear y mantener con el empeño de hacer realidad los sueños. Al fin y al cabo, esa esencia es lo que nos mueve a todos los que nos dedicamos a las Artes Escénicas. ¡Hagámosle nuestro particular homenaje!
Las luces del Price se apagan y comienza el viaje: “Yo soy Manolita Chen y me admiro de ver lo que he sido… el público, cómo me quería y cómo les quería… Lo mío ha sido un cuento chino, pero de verdad… el teatro chino ha sido Manolita Chen, ahora ya no, ahora solo soy, una más… Me estáis haciendo recordar… el tiempo no pasa en balde, lo olvida todo… Estoy con mucha pena, no tengo palabras para explicarme… recordar todo esto es muy triste… Teatro chino de Manolita Chen, ¿no lo han visto? Por el amor de Dios, no faltábamos a ninguna feria…”.
