Ficciones
Para seguir siendo creíbles hay que alimentar la propia ficción…
Una pieza que se adentra tanto en la oscuridad de las pulsiones de destrucción de la juventud de hoy, como en su radical deseo de vida y de belleza.
Un viaje hacia el interior de nuestras pérdidas, conquistas, miedos, relaciones; un viaje hacia atrás que revela lo que nos ha pasado hasta llegar aquí.