El Teatro Real presenta Viva la Mamma, del 2 al 13 de junio, coproducción que realiza junto a la Opéra de Lyon y al Grand Théâtre de Ginebra dirigida por Laurent Pelly. Este ‘dramma giocoso’ (comedia) con música de Gaetano Donizetti y libreto de Domenico Gilardoni narra la tensiones entre las dos cantantes de una compañía de ópera y cómo la madre de una de ellas tendrá que intervenir para resolverlas.

 

Viva la Mamma llega al Teatro Real

 

Por Miguel Pérez Valiente

 

Se encamina hacia su final la temporada más heroica del Teatro Real desde su inauguración. Esa en la que tomó la arriesgada decisión de seguir manteniendo la oferta musical viva durante los difíciles meses de la pandemia y que, con una sabia combinación de medidas de seguridad, prudencia de todos los implicados, y mucho trabajo, permitió a los artistas seguir ofreciendo su arte y a los técnicos y trabajadores mantener sus puestos de trabajo. Además, durante estos meses el público ha podido encontrar el consuelo de la música en unos momentos en los que era más necesario que nunca el bálsamo de la cultura.

Este esfuerzo se ha visto recompensado con la fantástica noticia de que el Teatro Real ha recibido el International Opera Award 2021 al Mejor Teatro de Ópera, que reconoce la calidad de la programación artística a lo largo del año 2019.

Pero volviendo al tema que nos ocupa, después del abismo emocional en el que nos sumergió el Peter Grimes de Benjamin Britten con poderosa producción a cargo de Deborah Warner, nada mejor que una divertida comedia que, a pesar de haber sido estrenada en Nápoles en 1827 no había sido aún presentada en el coliseo madrileño.

 

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Un instante durante la representación de ‘Viva la Mamma’.

 

 

Las conveniencias e inconveniencias teatrales [Le convenienze ed inconvenienze teatrali] de Gaetano Donizetti, aka Viva la Mamma es un de los títulos de la producción donezittiana que cayó injustamente en el olvido hasta que en la década de los 60 fue recuperado y, desde entonces, ha gozado de un verdadero resurgimiento a nivel mundial.

Su trama desternillante no resultará extraña al público español familiarizado como está con el prototípico personaje de la “madre de la artista”. Esta peculiar madre –que para acentuar su carácter cómico está representada por un barítono– peleará por colocar a su hija cantante en el lugar que ella cree que le corresponde.

El meollo maternal servirá a Donizetti y a su libretista Domenico Gilardoni para dar un buen repaso en esta farsa metatetral a los vicios de las producciones operísticas de su época. Los divismos y mezquindades de los cantantes, las veleidades del público, el pragmatismo de los empresarios y el sometimiento de los compositores y los poetas.

Laurent Pelly, director escénico de la propuesta, traslada la acción en el tiempo hasta los años 50 del siglo XX y la sitúa en un espacio simbólico: un parking que ocupa el lugar donde antes se elevaba un teatro. Las referencias al mundo del musical acercan este montaje brillante al público de nuestros días.