Una imagen interior
¿Qué diablos es la realidad?
Trabajo que se presenta lejos de la convención teatral para dar paso a una instalación performativa donde el espectador toma el punto de vista de un voyeur.
En los tiempos del selfie, el escenario se convierte en una plaza habitada por seres sin rostro.
El Conde de Torrefiel presenta esta pieza de Teatro documental creada con personas de las diferentes ciudades en las que se representa la obra, que aportan sus cuerpos, palabras y pensamientos.