¿Cómo te definirías a ti mismo a estas alturas del show?
Un cómico alegre y seguro. Un tipo que se sube al escenario con un único propósito: hacer reír y hacer olvidar al público sus problemas durante un ratito. Si eso se cumple, mereció la pena.
¿Y cómo es tu estilo de comedia?
Comedia de situación, un poco retroalimentada por lo que pasa durante el show. Comedia blanca, pero con toques de malote y, por qué no, cuando hace falta un poquito de crítica tampoco va mal.
¿Por qué ir a ver tus espectáculos? ¿Es posible sobrevivir a la EGB?
Mis espectáculos sirven para una cosa: para desconectar del día a día, para pasar un buen rato, echar unas risas y conectar con nosotros mismos. Nos reímos de nosotros mismos, de nuestros traumas, de nuestras vergüenzas; y esa es una de las mejores terapias posibles. Sí, es posible sobrevivir a la EGB… De hecho, todos los que nacimos en los 70 y en los 80, a día de hoy lo demostramos: sobrevivimos a una época en la que no existían los móviles ni las redes sociales. Solo había un canal en la tele y tampoco estamos tan mal. (Risas).
Música, impro y ‘stand up’ para revivir aquellos tiempos… ¿Es la década de los 80 -al menos, para los que la vivimos o sobrevivimos- la mejor de todos los tiempos (con permiso de todas las demás épocas)?
Es una gran época, sin lugar a dudas. Una época muy auténtica porque todo lo vivíamos con una pasión extrema: disfrutamos del momento sin pensar en el futuro. Y aunque ya ha pasado mucho tiempo, para unos más que para otros, tenemos recuerdos muy frescos de esa época; y eso es porque la recordamos con cariño.
Llevas ya una trayectoria consagrada en el humor… ¿Recuerdas la primera vez (en escena) o algún pinchazo épico?
Consagrada, ¡no creo! (Risas). Los inicios son duros en la comedia; bueno, en el arte en general. Pero quizás un poco más en la comedia, ya que el público espera algo muy concreto de ti -reírse- y si no se ríen o no se ríen lo suficiente… malo. Tengo grandes recuerdos o, como mínimo, recuerdos bonitos de mis inicios en la comedia, en el stand up, pero también situaciones en las que decías: “¡Tierra, trágame!”. O de hablarle a mi yo interior y decirle: “¡Madre mía, Jordi, qué necesidad tienes tú de meterte en estos marrones!”. Pero de mi primera vez sí que tengo un buen recuerdo. Tuve la suerte de estar arropado por grandes amigos y profesionales, que hicieron que fuera muy bonita. Supongo que por eso me dedico a esto a día de hoy.
¿Quiénes son tus referentes del ‘stand up’, de aquí o allá? ¡Y qué tiempos también con aquellos cómicos y cómicas de infancia, adolescencia en los 80 y los 90, Jordi!
¡Uf, no soy de grandes referentes! Pero sí que soy de grandes profesionales. Me encanta la gente que lleva muchos años en la comedia y sigue luchando. Es cierto que siempre hay alguien al que admiras más, aunque solo sea por el hecho de que te has criado con ellos, viéndolos. Recuerdo cuando aún no sabía que me quería dedicar a esto y ver a Pepe Rubianes en el Teatro Capitol de Barcelona, temporada tras temporada, o ver a Andreu Buenafuente en TV3, ¡y fliparlo! Pero qué decir de Gila o Eugenio. Para flipar. Fueron los que revolucionaron este mundo. Es verdad que en los 70 y los 80 éramos más de dúos cómicos que de show de ‘stand up’, ¿no? En casa me crie con La Trinca, Los Morancos, El dúo Sacapuntas… Todo lo que pasaba por el Un, dos, tres. A día de hoy admiro mucho la forma de trabajar de J.J. Vaquero, de Álex Clavero y, sin lugar a dudas, Berto Romero… ¿El Messi de la comedia?
Ahora lanzo un test raudo… ¡Vamos!
-La cultura para ti es: Algo esencial para seguir avanzando como sociedad.
-Las redes sociales son: La manera de mostrar al mundo lo que somos, aunque a veces (o siempre) sea mentira.
-‘Stand up comedy’: Mi manera de vivir arriba y abajo de un escenario.
-La ESO: ¡Pues eso!
-Malditos hipsters: Mi primer show en solitario. Mi “mili”.
-MPC Managment: Mi familia artística.
-Un lugar en la vida para reír a carcajadas: La vida es el mejor lugar para reír a carcajadas.
Vuelta a las preguntas sin límite. Un clásico… Sí, mi mantra en RNE y otros medios, como Godot… ¿Vivimos una edad de oro del ‘stand up’, los podcasts de humor, la escena cómica, los ‘late nights’?
La vida es un pódcast ahora mismo; o, como mínimo, la vivimos así: a capítulos, los cuales grabamos en nuestros móviles para poder vivirlos y revivirlos de vez en cuando. Es lo que tienen las nuevas tecnologías y, sobre todo, las nuevas tendencias. Por lo que se refiere al ‘stand up’, no sé si estamos viviendo la edad de oro o ha pasado, pero los que hemos sobrevivido y seguimos aquí dando por saco ¡intentaremos mantener la calidad del ‘stand up’! Así que, tranquilos: la comedia está en buenas manos.
¿Alguna cuestión clave que me deje en el tintero? Expresión muy de EGB.
No. Simplemente, que seguiremos disfrutando de la gente; y que la gente siga disfrutando de nosotros.
Premisa y remate final… ¿Un mensaje para la posteridad desde Godot?
Larga vida a Godot y larga vida a la comedia. Bueno, larga, larga… ¡tampoco hay que ser pesado! (Risas).