Himar Armas (Las Palmas de Gran Canaria, 1997) es un cómico acaso ingobernable, "joven y con ganas de refrescar muchas cosas del género". Así lo plantea en Godot, donde damos fe de su vocación disruptiva desde la mismísima fase de promoción del espectáculo hasta la puesta en escena de su "juguete favorito": el ‘stand up comedy’.
Porque aquel niño que se enamoró del escenario con Vieira, maestro y pionero en su tierra, hoy brilla como monologuista por doquier logrando "que cada actuación sea una fiesta". Sí, aunque lo que ocurra allí resulte Ingobernable… ¡Atentos a Himar Armas! ¡Bienvenido a Godot!
¿Quién es el cómico Himar Armas? ¿Cómo te definirías?
Pues soy una persona que ama lo que hace, joven y con ganas de refrescar muchas cosas del género al que pertenezco.
¿En qué momento se desata la llama de ‘la commedia’, que diría Ignatius?
Tengo dos momentos en mi memoria. Uno con cinco años, cuando la profesora me preguntó: «¿Qué quieres ser de mayor?»; y yo dije: «Quiero ser como Manolo Vieira», que es el mayor cómico que ha dado Canarias junto a Ignatius. Y el otro momento fue al ver al que era mi gran ídolo, Ángel Martín, en El Club de la Comedia; y pensar: «Yo quiero hacer eso». Sin saber qué era eso…
¿Qué significa el humor para ti?
El humor para mí es una conexión directa con la felicidad. Hay otras, pero reír nos hace inmediatamente felices, aunque sea solo un instante; y el humor es el maestro de la risa.
¿Cómo definirías tus monólogos?
Espontáneos, enérgicos y entrenados. Me gusta que cada show sea único y dejar que el público me diga por dónde quiere caminar. Que cada actuación sea una fiesta.
¿Dónde verte próximamente, Himar?
Tras el Teatro Alfil con Ingobernable, estoy el 20 de enero en el Teatro la Latina junto a Jorge Bolaños en un show que se llama Con gancho. Y todo está siempre ordenadito en el link de mi Instagram: @himararmas.
¿Por qué ver Ingobernable? Por cierto, ¡enhorabuena por la promoción tan original, con ‘merchandising’ y declaración de principios!
Muchas gracias. Hay que renovar la forma de comunicar la comedia en España y estamos en ello. El show Ingobernable hay que verlo porque es distinto a cualquier monólogo que vayas a ver. Cuando sale algo así hay que ir.
¿Más referentes en el mundo de la comedia, que es un no parar?
Sinceramente, me fijo poco en estas cosas, pero los que me vienen ahora mismo son Rober Bodegas, Omayra Cazorla o Dani Boy-Rivera, entre otros.
La cultura es para ti…
Placer y necesidad.
Las redes sociales son…
Un trampolín que te cobra intereses, pero un trampolín.
Voy con varios conceptos unidos a ti, Himar. ¡Un test raudo!
-‘Stand up comedy’: Mi juguete favorito.
-Galileo Galilei: Historia.
–Probablemente equivocado: Aprendizaje.
–Ríete, que es un chiste: Mis inicios.
-Late Comedy y Comedia X: Ingenio.
–La Barriga Producciones: Hermandad.
–Phi Beta Lambda: Sueño cumplido.
-Islas Canarias: La mar, se disfruta, pero muchos se ahogan.
-Un lugar o contexto para reír a carcajadas: El recreo del instituto.
Una película, canción o libro para sentirnos bien en épocas difíciles.
El libro Búnker, de Toteking.
¿Algo que te parezca ignominioso que se me pase preguntarte, amigo?
Algo para mí importante. En el show de Ingobernable no soy solo yo y ahí también reside el cambiar las cosas. Ingobernable tiene un equipo detrás, entre los que están La Barriga Producciones (Sergio Torres y Eduardo Doñate) y el indispensable director de arte del proyecto Eduardo Cabrera.
¿Un mensaje -acaso ingobernable- para la posteridad a los lectores de Godot?
El arte no son solo los que triunfan: también son todos los que fracasan para que alguien triunfe.
¡Mil gracias, abrazos y viva la comedia siempre ingobernable!
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