“Imposible de asimilar, pero esto es la hostia y nos lo pasamos genial”
Para no perder las buenas costumbres, recibimos en Godot a dos maestras de la risa. Su invento, el pódcast Estirando el chicle, es una auténtica pasada, por usar un argot técnico. Una locura muy cuerda que ha conquistado el ‘mainstream’ y revela que urgen nuevos discursos y voces femeninas por doquier. Y aquí están ellas: Carolina Iglesias y Victoria Martín, archiconocidas como Percebes y Grelos y Living Postureo.
Son dos cómicas que han llegado sin billete de vuelta. Son una revelación, un torbellino, un tándem libérrimo y sin filtros. Nos responden por separado, a la par, con vehemencia, sin freno… Así son Carolina y Victoria, dos iconos de la comedia actual. ¡Gracias y bienvenidas!
Paso a las reinas. Llegan Victoria Martín y Carolina Iglesias
Por Jorge Gª Palomo/@jorgegpalomo
¿Qué es Estirando el chicle para los más despistados?
Estirando el chicle es principalmente un espacio para hablar de nosotras. Es una conversación entre amigas, un espacio seguro en el que criticamos, reflexionamos y nos reímos muchísimo. Y estamos muy agradecidas de que tantas personas se rían y compartan experiencias con nosotras.
Para Carolina… ¿Cómo definirías a Victoria?
Es una persona muy especial, además de una cómica excelente. Las dos tenemos bien de taras, bien de traumas y bien de carencias y nos hemos juntado, nos hemos entendido, nos estamos curando y hemos encajado de una manera perfecta. Como las gemelas de Tú a Londres y yo a California cuando juntan la foto. Nos conocemos a la perfección, pensamos igual a la hora de tomar muchas decisiones. Es una amiga fiel, una compañera de ensueño y una de las personas que más me hacen reír del mundo. Ahora verás que la muy guarra me habrá puesto a parir. Por si acaso te diré que huele mal y se tira pedos todo el rato.
Para Victoria… ¿Cómo definirías a Carolina?
Carolina, más que otra cosa, es una amiga a la que respeto y con la que me río muchísimo. Es una cómica increíble y compartimos, además de muchas cosas, la diversión por el precioso arte de rajar. Además, en lo profesional tenemos muchísima complicidad y me siento muy cómoda haciendo comedia con ella: siempre tiene una frase mordaz e inteligente para que las cosas que yo digo queden un poco mejor. En el escenario vamos más seguras sabiendo que si una falla está la otra para que se le caiga encima. Poder currar con alguien así es tener mucha suerte. Por decir una particularidad, caga 24 veces al día.
¿Cómo os conocisteis? ¿Cómo nace la magia?
Hace cinco años o algo así en la radio; yo estaba trabajando ahí y la ficharon de colaboradora. Pero ya conocía su trabajo y era muy fan. Pero como las dos somos muy tímidas hablábamos poquísimo, aunque seguíamos el trabajo de la otra. Hasta que un día acabamos las dos de cañas y nos cagamos en el patriarcado y en la industria y se nos ocurrió la idea de Válidas, nuestra serie. Ya habíamos experimentado nuestra química en otros programas, pero esto fue lo definitivo. Después de estrenar la serie en la pandemia, queríamos seguir haciendo cosas juntas y surgió la idea de hacer un podcast. Y aquí estamos, haciendo lo mismo que hacíamos de cañas, pero grabándonos.
¿Y cómo se lleva este éxito superlativo?
Con terapia para intentar asimilar tanto cariño. A veces lo conseguimos: el show en directo nos ayuda a materializar una audiencia que no vemos al grabar en el estudio. Todo el rato pensamos que las entradas se venden porque alguien ha comprado todas para reírse de nosotras. Pero nos hace felices y nos da la razón con lo que llevamos diciendo, nosotras y muchas otras compañeras, de que el mainstream necesita actualizarse y necesitamos nuevos discursos. La audiencia nos respalda en esto. Necesita cosas hechas por mujeres, nuevas voces y esas cosas necesitan respaldo. Porque las mujeres no pueden vivir de su amor al arte. Hay muchas mujeres haciendo cosas sublimes sin un respaldo económico de una plataforma o una productora. Hay que mirar más allá de la endogamia de siempre.
Y, entonces, el podcast Estirando el chicle saltó a los teatros… ¿Cómo surgió esta locura que se ha ido de las manos?
Yo solo digo que un día estábamos haciendo el podcast por zoom porque estábamos en una pandemia mundial y, de repente, las entradas de los shows se terminan en 20 minutos. Imposible de asimilar, pero es la hostia y nos lo pasamos genial. El público lo da todo y nosotras también. De momento, vivirlo con el Covid_19 es complicado por la reducción de aforos y porque da mucha pena no poder verles la cara completa cuando actuamos… Pero está yendo genial, todas las personas son muy responsables.
Todo empieza hablando sin tapujos, con un punto de vista diferente, con cachondeo desbordante… ¿Era más necesario que nunca estirar el chicle?
Carolina: A mí me sorprende que le sorprenda tanto a la gente. No es por quitar mérito. Es sólo que demuestra la falta de referentes que hay en el mainstream. Porque mujeres talentosas haciendo cosas hay infinitas, pero hay que darles voz.
Victoria: No es que fuera necesario Estirando el chicle en particular: son necesarios programas con mujeres, en los se hable de experiencias con las que las mujeres que escuchan puedan sentirse apeladas, identificadas, reflejadas. No puede ser que todos los contenidos que se hagan se realicen pensando en hombres heterosexuales; hay un espectro de personas muchísimo más amplio a las que les apetece ver otras cosas o reírse con otros chistes. Sinceramente, cada vez creo más que las mujeres vamos a invadir el mainstream. No somos un nicho, llenamos teatros, somos el podcast número 1 de España… ¿Qué nicho?
El humor para vosotras es…
Carolina: Además de mi trabajo, la herramienta clave a la hora de comunicar mis sentimientos. Si lo cuentas de broma, entra más fácil. Me cago en tu estampa. Es broma. ¿Ves? Es perfecto.
Victoria: La única forma que conozco para poder convivir en sociedad. Creo que es la herramienta que he usado siempre para no tener que mostrar muchísimo de mí, algo con lo que me sentía protegida. Ahora, con el programa, ya se me ha caído un poco la careta porque contamos absolutamente todo de nosotras.
La cultura es…
¿Segura? Se me dan fatal estos juegos (Carolina dixit).
Las redes sociales…
Carolina: Un lugar donde poder exponer tu trabajo libremente. Y mi casa.
¿Qué y quiénes te/os hacen reír?
Carolina: Todo lo escatológico es mi cosa favorita. Todo lo que tenga que ver con caca y pedos. Soy una erudita de la comedia. Y me río mucho con Victoria Martín, Henar Álvarez, LalaChus, Charlie Pee, Berto Romero, Raúl Cimas, Maru Candel, Asaari Bibang, Carolina Noriega, Inés Hernand, Urko Vázquez, Iggy Rubín… Y me gusta mucho el vídeo del mono que se mete el dedo en el culo, lo huele y se desmaya.
Victoria: Yo comparto muchísimo con Carol el tema del humor escatológico. Nos apasiona. Creo que es un humor que puedes hacer en casi cualquier sitio y va a funcionar, aunque el receptor no tenga nada que ver contigo, pero compartís el ser despreciablemente guarros. Yo la verdad que me río mucho con Carol, Patricia Espejo, Patricia Sornosa, Charlie Pee, Inés Hernand, Lala Chus, Henar… Por decir extranjeras me encantan: Ali Wong, Michelle Wolf, Sarah Silverman, Natasha Leggero, Ilana Glazer, Amy Poehler, Katherine Ryan, Maya Rudolph, Esther Povistky… ¡Es que las mujeres son graciosísimas, joé! Buscadlas a todas porque son maravillosas.
Conceptos unidos a vosotras… Test raudo para definir en una línea:
- Podium Podcast… Libertad absoluta para decir lo que nos sale del ‘toto’.
- Estirando el Chicle Live… Una oportunidad de enfrentarnos a nuestra ansiedad y agradecer al público en persona.
- Stand up comedy… Un objetivo pendiente en el que trabajo siempre que puedo (Carolina). Algo que de momento no es para mí, pero me encanta verlo (Victoria).
- YouTube… El típico amigo que lleva tanto en tu vida que no cortas la relación por la nostalgia del pasado. El principio de todo (Ambas)
- Feminismo… La base de mi comedia y mi vida. Qué intensa me he puesto, pero es así (Carolina). Que el feminismo entrase en mi vida fue probablemente lo mejor que me ha pasado porque empecé a mirar el mundo como realmente era (Victoria).
Un momento inolvidable o una anécdota fuera de los escenarios…
Carolina: Lo mejor de hacer cosas en un escenario es celebrarlas después. Ya sea brindando o simplemente diciendo “¡Joder, qué bien!”.
Victoria: ¡Beber!
Un lugar para reír a carcajadas. De Madrid o el mundo entero…
Carolina: Los ‘opens’ de tías, que cada vez hay más y estoy muy orgullosa. Como la Riot Comedy, por ejemplo. Y en El Golfo Comedy Club han empezado a hacer una sesión vermú los fines de semana que disfruto mucho.
Victoria: Suscribo lo de Carol. Ahora estoy a tope con un podcast que se llama Blood Bath, que llevan las cómicas Annie Lederman, Esther Povitsky y Khalyla Kuhn. Me encanta ver a mujeres contando lo que les da la gana sin censura.
Una película o varias para sentirnos bien en épocas aciagas.
Carolina: En mi caso, Toy Story o Primos, porque soy un hetero básico de 12 años. Y cuando estoy muy muy triste, me pongo un festival de Eurovisión.
Victoria: Para mí es absolutamente lamentable, pero sería Sexo en NY, las dos películas. Ambas son terribles, pero me quedo con la segunda, que es aún peor. Siempre me hace sentir bien.
¿Se me ha pasado algo que os parezca ignominioso que no os pregunte?
Carolina: La verdad es que he tardado muchísimo en pensar todo. Ya con esta pregunta me rematas.
Victoria: Está todo bien. Tampoco tenemos mucho más que decir. Pero te lo agradecemos.
Un mensaje para la posteridad. Para seguir estirando el chicle…
Juntaos con amigas a hacer cosas y no dejéis de pelear. Aunque te den ganas de entrar con palos y fuego en demasiados sitios. Pelea con tu curro. Y si haces lo de los palos y el fuego, nos avisas que nos apuntamos.
¡Infinitas gracias y enhorabuena! ¡Grandiosas! ¡Viva la comedia!
