“Ir al teatro te puede cambiar la vida… o al menos, arreglar un día de mierda”
Cómico, músico, presentador, actor “y cosas de esas”… Álex O’Dogherty pone esto último tal cual en sus redes. Y todo el mundo conoce esas cosas de nuestro invitado, un rostro habitual durante años de la escena, los medios y cualquier foro que invoque talento y cachondeo. Al fin y al cabo, apunta para Godot, la risa “nos salvará la vida” porque “reír no es un entretenimiento, es una necesidad”. Álex O’Dogherty nos deja reflexiones como buen malabarista de las palabras, precisamente el don que catapulta en su último espectáculo, Imbécil, donde mide cada concepto como un artesano del lenguaje. “Tengan prudencia, pero nunca tengan miedo. El teatro es un sitio seguro y te puede cambiar la vida”, remata el cómico. ¡Bienvenido a Godot!
Por Jorge Gª Palomo/@jorgegpalomo
¿Cómo se definiría Álex O’Dogherty a estas alturas del espectáculo?
Yo soy y seré siempre el eterno aspirante a payaso.
¿Dónde podemos verte y reír contigo?
En Madrid, todos los sábados en el cine Capitol de Gran Vía con mi Imbécil. De gira, por muchos sitios. Podéis ver todas las fechas en mi web: www.alexodogherty.com.
El humor para ti es…
La mejor manera de ahorrar en terapia.
El teatro y la cultura son…
Imprescindibles para una sociedad civilizada y avanzada.
Las redes sociales son al humor…
Una forma más de poder expresar tus mierdecitas y captar adeptos.
¿Cómo es tu día a día, amigo? ¿Cómo creas y cómo te inspiras?
Soy una persona madrugadora, ordenada y trabajadora. Me despierto, hago deporte, desayuno y me siento delante del ordenador o del piano a invocar a la inspiración. A veces llega.
Imbécil… Me refiero a tu función… ¿Por qué hay que verla? ¿De qué va y cómo te metiste en este sarao donde mides tan bien las palabras?
Hombre, yo creo que hay que verla porque es un espectáculo completamente diferente a cualquiera que puedas ver por ahí. Es divertido, interesante y está muy, muy trabajado. Es, sin duda, el show que más me he currado y creo que se nota. Es un espectáculo cargado de humor, pero también de reflexión, de juegos y un poquito de música. Un show que habla sobre lo mucho que medimos las palabras últimamente. Que no habla sobre el poder de las palabras, sino sobre el poder que tenemos los que las usamos. Las palabras no tienen la culpa de nada. Nosotros tenemos el poder de hacer o no hacer daño con ellas o de permitir que nos lo hagan.
¿Vivimos buenos tiempos para el humor (pandemia aparte)?
Siempre son buenos tiempos para el humor. Escucho mucho esto últimamente, como si debiéramos callarnos hasta que todo pase. Como si fuera irrespetuoso hacer humor en estos tiempos. Pero, cuando esto pase, vendrá otra cosa… Y entonces nunca será el momento para hacer humor. No. Siempre es momento para hacer humor. Porque reír no es un entretenimiento, es una necesidad. Valoremos más la risa porque, al fin y al cabo, es lo que nos salvará la vida.
¿Qué y quiénes te hacen reír, amigo?
Yo siempre he sido más del humor absurdo. Empecé por Pedro Reyes, Faemino y Cansado, Peter Sellers, los Monty Python, los Hermanos Marx… Ahora también hay gente que me hace reír, como Riki López, Goyo y Agustín Jiménez. Y chicas muy buenas también, como Henar Álvarez, Eva Soriano, Maru Candel…
Conceptos unidos a ti, Álex… Tipo test a lo loco con respuestas muy breves.
¿Cómo fue tu primera vez… en escena?
Probablemente en el colegio La Salle, tocando una canción de José Luis Perales al piano.
¿Un momento inolvidable o una anécdota fuera de los escenarios?
Cuando conocí a Louis CK.
Un teatro o lugar para reír a carcajadas. De Madrid o el mundo entero.
El Festival FRINGE de Edimburgo.
Una película, canción o libro para sentirnos bien en épocas convulsas.
La vaquilla.
Algo que me haya olvidado y te parezca ignominioso que se me olvide, digno de un imbécil…
Los donuts (Risas).
Un mensaje a los lectores de Godot y teatreros del mundo, amantes de la cultura, el sexo salvaje, las bizarrerías y los espectáculos más osados…
Tengan prudencia, pero nunca tengan miedo. El teatro es un sitio seguro y te puede cambiar la vida. O por lo menos arreglar un día de mierda…
¡Mil gracias, Álex O’Dogherty! ¡Vivan la comedia, los payasos y… cosas de esas!
