Cuatro aspirantes a superhéroes. Ciberespacio(s). Videojuegos. Smartphones. Nuevas realidades. Un campamento, un ejército personal. ¿Depositarías tu confianza en ellos? Ha llegado la hora: ¡a las armas!
Nos envuelve un aura centelleante de ciberespacio ultrapop. Los cuatro intérpretes nos recuerdan a los Power Rangers, a Pokémon y a la sexy Cardi B. La obra nos transporta a un campamento, en una atmósfera repleta de instantáneas de la vida de millennials fronterizos, coreografías al estilo TikTok y videoclips de Britney Spears, todo ello junto a selfies profundamente confesionales y memes sobre las controvertidas relaciones entre la justicia socioambiental y las redes sociales, con la excepción de que lo que se publica en este caso es la rabia y la urgencia colectivas de toda una generación, bañadas en un humor feroz.
¿Podríamos, de hecho, ser todos superhéroes listos para el combate? ¿Podrían Steve Jobs y la clase trabajadora del barrio ateniense de Níkea aparecer juntos en un mismo selfie? ¿Son los padres griegos homófobos y las madres griegas religiosas devotas otra obra más en construcción? ¿Podría explicarse la ideología mediante el uso de emoticonos? En un tiempo que parece carecer de personas activas, donde todo es fluido y parece incomprensible, ¿contra quiénes lucharán exactamente nuestros héroes?
La Generación Z toma las armas y nos da la bienvenida a un nuevo mundo donde los emoticonos y los Pokémon conviven con la sensibilidad extrema y el activismo disidente, todo dentro de una forma de teatro tan digital como incurablemente física.