Fotografías: Dawid Nickel
En Untitled Dances, Alex Baczyński-Jenkins muestra cómo su práctica coreográfica aborda la política del deseo, la encarnación de los vocabularios queer, las relaciones y la sensualidad. Su trabajo coreografía las diferentes formas de estar juntos, manifestando afinidades halladas entre la potencialidad de la utopia queer, materiales cotidianos, danzas sociales y fragmentos de historias contraculturales.
Untitled Dances se desarrolló en el Centro de Arte Contemporáneo Ujazdowski Castle, una institución creada por Wojciech Krukowski, el director del grupo polaco Academia Ruchu, y que desde 2020 está liderada por un director de derechas. La performance es una suerte de archivo somático; Untitled Dances pasa por una óptica queer la pieza Other Dances (1982), de Akademia Ruchu (Academia del movimiento), que desarrolló su trabajo en la intersección del gesto, el teatro experimental, la coreografía social y la performance, y la acerca al colectivo Kem –del que el artista es cofundador– y a las actividades que realizaron durante su residencia de un año en el Ujazdowski Castle. En su práctica, el coreógrafo trabaja a menudo con prácticas sociales y referencias históricas como métodos para poner en un primer plano las relaciones afectivas queer y crear diálogos y formas de solidaridad entre diferentes tiempos y espacios.
Las cortinas doradas que tocamos al entrar recuerdan a las de muchos locales queer, entre ellos Dragana Bar, un bar-club queer que el colectivo Kem organizó durante su residencia en el Ujazdowski Castle y que, a menudo, fue el telón de fondo de sus performances. Entre los intérpretes se encuentran Małga Kubiak, directora de cine queer y feminista e icono contracultural; Strike, actor, colaborador cercano e intérprete en las películas de Małga; Billy Morgan, artista y poeta; Dawid Stan que se estrena como performer en esta pieza y a quien Baczyński-Jenkins conoció en el Dragana Bar; Agata Grabowska, que repite su presentación de una lista de bares queer de Varsovia que ya no existen; y la bailarina y coreógrafa Ewa Dziarnowska, cuyo solo en la pieza recuerda a un prolongado y extasiado último baile, justo antes de que la fiesta termine. El sonido es mezclado en vivo por Krzysztof Bagiński, también miembro de Kem. En esta pieza, el paisaje sonoro está basado en mezclas y bucles de dos canciones de la banda Brygada Kryzys.