Patricia Benedicto, una de las dramaturgas y directoras más interesantes del panorama teatral contemporáneo, estrena un nuevo montaje tras cosechar grandes éxitos con su anterior pieza, Moscú (3.442 kilómetros) con la que llegaron incluso a la emblemática sala Timbre 4 de Buenos Aires.
Tres canciones de amor, de la compañía La trapecista autómata nos habla del amor como fuerza creadora y destructora, una pulsión humana que modifica para siempre el destino de nuestras vidas. Es un proyecto escénico que está concebido como un tríptico que se despliega para hablar del amor como emoción, del amor visto desde el pensamiento actual, de la construcción de género, de la violencia en las relaciones de pareja, de los hombres y de las mujeres, de feminismo y de nuevas masculinidades, del encuentro con el otro, de la necesidad de ser amados y de la búsqueda del amor.
Tres mujeres y tres hombres se encuentran en una sala de baile con karaoke. Ellas deberían ser perfectas: Doris Day, Katharine Hepburn y Norma Jeane Baker. Ellos deberían ser tipos duros: Montgomery Clift, John Wayne y James Dean. Los seis lo intentan pero no lo consiguen, nunca ha sido fácil ser lo que los demás te dicen que seas. Mientras tanto bailan, cantan, beben y se confiesan. También se enamoran. También se matan. También se preguntan qué significa mirarnos de verdad, frente a frente, sin escondernos.
Este texto, como indica su título, está dividido en tres partes: tesis (Los hombres que bailan, la parte de los hombres), antítesis (Las mujeres y las flores, la parte de las mujeres) y la síntesis (“Everything is love”, o eso dicen, la parte del encuentro; tres canciones que hablan de hombres, mujeres y amor y que serán interpretadas por Elena Corral, Laura Lorenzo, Lúa Testa, Eugenio Gómez, Sergio Torres, Carlos Jiménez- Alfaro.