Dentro de esta realidad alternativa heteromatriarcal, una compañía de teatro integrada exclusivamente por miembros femeninos (clase dominante, no lo olvidemos) prepara su próximo espectáculo, basado en la obra de Wilma Shakespeare. Durante el proceso de trabajo surge la posibilidad de hacer el estreno en un reputado festival. La única condición es que la obra que presenten debe tener un enfoque de género, de denuncia de la condición masculina en la sociedad actual. Deciden entonces adoptar este enfoque y, en aras de la igualdad, consideran necesario incorporar un actor masculino al elenco. Poco a poco esta incorporación se convierte paulatinamente en fuente de conflicto, ya que pone de manifiesto el hembrismo arraigado en las mentes de todas, hembrismo que se niegan a admitir.
To be or not to be a woman, una comedia con perspectiva de género, atravesada por la universal pluma shakespiriana.