Fotos: Carlos Pascual
Un nieto que no está pasando por un buen momento. Una abuela que fue víctima de la depresión. Un nieto que se siente sólo desde que su abuela se fue. Una abuela que murió sola en un hospital. Un nieto que le escribe una obra de teatro. Una abuela que resucita en un escenario. Una obra de teatro que los vuelve a unir en un mismo cuerpo durante una hora. Sólo una hora, para limpiar los errores del pasado. Sólo una hora, para reescribir juntos un final.
Soledad (Vida y obra de mi abuela) transcurre en la frontera de la cordura. La puesta en escena nos adentrará en una mente alterada, donde se confunden los límites entre el personaje y actor, el sueño y la realidad, la muerte y la vida o el drama y la comedia. El espectador acompañará a esta abuela y su nieto por un viaje altamente emocional, donde escenas poéticas y simbólicas, convergerán en otras cargadas del humor más tierno y surrealista.
Inspirados por la poesía de Emily Dickinson, los tristes acontecimientos transcurridos recientemente en las residencias de ancianos y los recuerdos de la vida del autor, Soledad tratará temas tan necesarios como la importancia de la salud mental, la lucha contra la depresión, la búsqueda de la identidad y el amor por el otro.
Una obra que pretende arrojar esperanza al espectador, sanar juntos las heridas, acompañarnos en nuestras soledades compartidas.