Un mes después de morir Francisco Franco, su viuda Carmen Polo debe abandonar el Palacio del Pardo y decide entregar el brazo incorrupto de Santa Teresa, reliquia que ha estado en poder del matrimonio cuarenta años como una especie de talismán. Es el arzobispo de Toledo y Primado de España Marcelo González, figura de referencia, junto con el cardenal Tarancón, de la Transición española, el encargado de recoger el Santo Resto.
A partir de este hecho histórico se construye este monólogo de la viuda del dictador en el momento de la entrega. Actualmente el brazo de la Santa se encuentra en la iglesia de la Merced de Ronda… ¿O no?