A veces los trabajos sobre algunas obras de teatro van dejando una huella que, tras permanecer flotando en el inconsciente durante algún tiempo, un día coge vida propia y decide salir a la luz.
Esta pequeña obra respira aires Jardielescos y en cierta medida, también asoma por ella el apreciado e inevitable Don Juan del señor Zorrilla. Incluso puede que se haya filtrado un toquecillo de Mr. Wilde.
Imparable, el mundo sigue avanzando, devorando vidas en su devenir. Sin embargo, y a pesar de todo el conocimiento generado, el más allá y su posible existencia, sigue siendo un enigma cuyo abordaje sólo es posible desde la fabulación.
Una pareja en un salón parece que van a discutir sobre los temas de siempre cuando se produce un giro inesperado. En esta conversación poso usual entre seres de aquí y del más allá, van saliendo a relucir diferentes temas como la maternidad, la diferencia de edad y de estatus en una pareja, como nos vamos matando lentamente sin darnos cuenta, el miedo a lo desconocido…
Un vendaval de emociones que se van sucediendo, cansancio, incredulidad, celos, rabia, amor, odio, miedo…