Una llamada anónima ha informado de la presencia de un cadáver en el teatro. De acuerdo con las leyes de la lógica acude al recinto la Policía Nacional. Todo correcto. Pero es que también llegan los Mossos D’Escuadra. Bueno, y la Ertzaintza. Y hasta la mismísima Benemérita.
Cuatro representantes de las diferentes Fuerzas de Seguridad del Estado y un cadáver. ¿Qué puede salir mal? Los protagonistas, muy a su pesar, no tendrán otra opción que colaborar para averiguar quién es el muerto y a quién le corresponde.
Una investigación delirante, una convivencia surrealista donde los gags se suceden provocando las carcajadas del público que también será parte activa de esta fábula, de esta sátira de la España que nos está tocando vivir o sufrir. La de las banderitas, las independencias, las exhumaciones, las elecciones, la que quiere ir a misa… Una divertidísima mirada hacia adentro que nos hace preguntar si de verdad no estamos perdiendo el tiempo preocupándonos de todo eso mientras desatendemos lo que de verdad nos afecta. Y es que, al final ¿Qué hay de lo nuestro?