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Porno para violines es una comedia perturbadora acerca de lo inimaginable. ¿Qué pasaría si en mitad de una reunión familiar nuestros suegros nos confesaran sus fantasías sexuales?
El punto de partida de este espectáculo es el triunfo de lo extraordinario sobre lo cotidiano. Todos los personajes asisten, de una forma u otra, al instante definitivo, al momento preciso donde se produce la colisión entre lo habitual y lo insólito.
A través de siete historias se va componiendo un implacable mapa de la geografía humana, gracias al cual nuestros protagonistas viajarán del asombro al ridículo más espantoso, de la desesperación al deseo más irrefrenable. Descubrimientos inaceptables, laberintos personales, delirios colectivos, contradicciones irresolubles… un asombroso banquete teatral que, durante una hora y cuarto, nos hará olvidar la lógica cotidiana en favor de nuevas posibilidades de lo ‘real’.
Un espectáculo inclasificable y sorprendente que, con un humor feroz, nos interroga y nos invita a explorar los recovecos de nuestros particulares callejones sin salida.
La confección del texto nace y se sostiene sobre una serie de sencillas preguntas : ¿Y si la persona que ‘mejor me conoce’ no conociera absolutamente nada de mí? ¿Y si estallara por fin la revolución contra la tecnología de la soledad? ¿Y si bajo los azulejos del baño se escondiera el mayor secreto de la Humanidad?
Cada una de las situaciones que componen Porno para violines es producto de una aproximación particular y distinta al misterio de lo imprevisible, dando forma a un paisaje variado donde, en lugar de respuestas, las preguntas se han transformado en personajes y situaciones, que, sin ninguna clase de pudor, han cobrado vida ante nuestros ojos.
