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«No nacemos hombres y mujeres, ni si quiera nacemos niños o niñas». Así arranca Porkulo, el cisne que aprendió a combatir, con una voz en off que narra, en forma de mito, la historia de cómo el capitalismo consiguió castrar analmente al hombre heterosexual.
¿Qué fue ser homosexual en el pasado?
¿Qué es ser homosexual a día de hoy?
¿Ser homosexual implica un dolor adherido, irreparable?
¿Seguimos estigmatizados por una sociedad hipócrita que condena al ser libre?
¿Es el propio colectivo gay el que excluye a disidentes sexuales que no forman parte del arquetipo actual de gay, marca registrada, atrapado por el capitalismo?
Tras el dolor, ¿cómo amar?
¿Necesitamos armas, un ejército anal para acabar con toda la homofobia que existe a día de hoy?
Dividida en tres partes:
– Violencia: en esta primera parte, a través de la violencia que contiene la información, se transita por la historia de la homosexualidad, para desembocar en la infancia de Carlos Costa, su creador y director, donde se profundiza en el hecho de ser homosexual y la violencia que esto genera en una sociedad cerrada y conservadora, patética y mediocre.
– Hundimiento: el lago de los cisnes, la historia de Odette irrumpe en escena para crear un mundo onírico desde el que se trata la problemática del miedo en la infancia y del amor y el sexo en el mundo del consumo de cuerpos, del capitalismo sexual, siempre bajo la mirada herida de su creador.
– Paz: tras las dos partes precedentes, el territorio escénico se convierte en un espacio de boxeo, donde un ejército anal se rebela contra la norma, siendo su bandera la libertad y levantando el puño contra todos aquellos seres violentos a los que jamás se les ha dicho “basta”.
Una obra personal y autobiográfica cruda y poética a la vez de Mortificación Teatro.
