Fotos: Javier Naval
La actriz y cantante Lolita Flores (premio Goya a la Mejor actriz de reparto 2002 por Rencor) representa un monólogo escrito y dirigido por Luis Luque (Todas las noches de un día, Marat Sade o Las criadas) que ofrece una profunda reflexión del personaje de Poncia de La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca.
La obra se compone de las intervenciones de Poncia en la función original, transformándolas en soliloquios y diálogos con fantasmas y sombras. Además, su enfoque se posiciona después de la muerte de Adela, lo que proporciona un nuevo punto de vista dentro de la historia.
Poncia se convierte en una mujer que desata su lengua en un lugar y un tiempo donde las palabras están prohibidas. Ella confronta a las otras habitantes de la casa, revelando su simpatía hacia la hija más joven y lamentando no haber hecho más de lo que hizo. Y es que como la criada que era, posee un enigma interesante: el ser testigo de los eventos que ocurren entre sus amos, conocer la verdad que se oculta en sus muros y gozar de esa filosofía de las clases populares.
Con ello, la protagonista va hablando sobre temas como el suicidio, la libertad, la culpa, la educación o el sexo con la fuerza de una persona que ha sido maltratada y silenciada. Y todo para transmitir la necesidad de amar y abrazar la libertad y compartirla con los demás.