Por Álvaro Vicente/@AlvaroMajer
Fotos: David Ruano
Ganar al machismo por goleada
En España hay 750.000 mujeres que practican deporte de forma profesional, es decir, que están federadas, frente a 2,7 millones de hombres. Hasta ahí todo bien. El problema llega cuando comparas lo que cobran unos y otras. Si nos fijamos solo en la élite, podemos ver que la futbolista que más gana en el mundo en un año ingresa el equivalente al 4 por ciento de lo que gana Cristiano Ronaldo. Los valores que trasmite el deporte, todo eso del compromiso, del trabajo en equipo, la responsabilidad, el esfuerzo, la perseverancia, la salud… se van a la mierda cuando vemos esto o cuando oímos a Novak Djokovic diciendo que ellos deben ganar más porque los partidos de hombres tienen más espectadores. Una vez más, capitalismo y machismo van de la mano.
Protagonismo femenino
La educación en valores es algo que está en el ADN de La joven compañía desde su fundación. Como proyecto teatral especialmente enfocado a los jóvenes, era acuciante que se acercaran a los problemas que genera el machismo y la falta de igualdad entre hombres y mujeres en nuestra sociedad. La educación es la clave, y si además lo haces con arte, con belleza, con poesía escénica, el éxito está asegurado. Lo comprobamos en su anterior montaje, La edad de la ira, y lo vamos a ver con un nuevo espectáculo que es toda una declaración de intenciones. “Llevamos tiempo buscando una obra donde el protagonismo estuviese claramente en lo femenino, porque en estos 5 años de andadura hemos contado muchas historias a través del universo masculino”, dice José Luis Arellano, director de PLAYOFF. La obra, escrita expresamente por Marta Buchaca, se desarrolla en un campo de fútbol, parte en el vestuario y parte en el campo, la tarde en la que van a jugar uno de los partidos más importantes de sus vidas. Y son sus vidas las que están ahí, con sus miedos, sus ambiciones y su lucha contra el heteropatriarcado, pero no expresado de forma panfletaria, sino a través de las reacciones que suscitan las relaciones de todas ellas con sus novios, sus padres, sus suegros, sus hijos, con el universo masculino que tienen alrededor.
Tragicomedia
Y así se anuncia, como una tragicomedia, porque, como explica Arellano, “tiene de tragedia algo tan simple como que las chicas, en la segunda parte de la función, hablan de temas y les pasan cosas que les hacen, a ellas y a nosotros, llorar. Y en la primera parte hablan de cosas y comparten vivencias que les permiten, a ellas y a nosotros, reír. Tiene algo de liberador todo esto”. Y tanto. Si algo caracteriza el trabajo de La joven compañía es que tocan las teclas adecuadas siempre para provocarnos gozosas catarsis.