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La obra se sitúa en un purgatorio imaginario en el cual nada tiene sentido aparente y todas las leyes lógicas que constriñen la vida quedan derrocadas en una dimensión en la que no rige la causalidad, sino únicamente la física cuántica, haciendo de las situaciones más absurdas lo cotidiano. Esto crea una mezcolanza que puede parecer aleatoria por su frescura, pero que es la receta perfecta para situaciones cómicas y un ritmo trepidante.
El tema principal de la obra es el Tempus fugit; los personajes tienen que ir sorteando una especie de gymkana a contrarreloj porque, sorpresivamente, en el más allá, el tiempo vuela. También se reflexiona sobre el espacio, el tiempo, el amor romántico, la muerte, la religión o el azar, temas que los personajes irán trayendo a la luz desde sus distintas perspectivas.
La pieza es a su vez una experiencia inmersiva para los espectadores, a los cuales se dirigen los diversos personajes como si fueran, al igual que los protagonistas, unos recién llegados o ‘finados’ más que también esperan en el purgatorio donde se enmarca esta historia.
Ojalá te hubiera conocido vivo explora los límites de lo absurdo aunando las circunstancias cotidianas de los recién llegados con un mundo frenético e hilarante en el que la línea entre la cordura y la locura se difumina a medida que avanza la historia. Veremos cómo los recién llegados se adaptan o no a ello y las disidencias entre su mente terrenal y la naturalidad con la que tratan los personajes pertenecientes al mundo de los muertos una dimensión que escapa a toda lógica creará las situaciones más cómicas e inconcebibles.
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