Kor’sia va escalando. Literalmente. No solamente porque con cada nueva producción suben peldaños en su investigación constante sobre lo que el pasado puede decirnos de nuestro presente, un asunto que les obsesiona, sino porque, en el caso concreto de la novísima Mount Ventoux, el alpinismo pasa a ser gran metáfora y reflexión de la propuesta.
De ascenso y entorno natural hablaba Francesco Petrarca en aquella célebre carta escrita en 1336, en apariencia la sencilla descripción a un amigo del ascenso a una montaña que, sin embargo, para muchos estudiosos, es la piedra fundacional del Renacimiento, considerándolo el primer documento que deslizó la idea de que mirar y ascender la montaña en ruta hacia la luz era capaz de revertir toda la oscuridad de la Edad Media.
De la lección que nos deja y del ejercicio –físico, mental, intelectual- que nos sugiere este Ascenso al Mount Ventoux, de Petrarca, nos quiere hablar hoy Kor’sia, la compañía madrileña liderada por los creadores italianos Mattia Russo y Antonio de Rosa que, contando siempre con la complicidad en la dramaturgia de Agnés López-Río, nos invita a reflexionar sobre la vida que llevamos, mirar nuestro entorno natural, y lo que hemos estado haciendo con él, teniendo como referencia este escrito de la Antigüedad que parece hablar de sostenibilidad, ecología, crisis climática, inmigración… los temas de nuestra vida cotidiana en el mundo que hemos creado.
Volver sobre Petrarca supone entonces la sugerencia, quizá el imperativo, de que tal vez sea hora de iniciar un nuevo Renacimiento, hacer reset para construir un nuevo hombre, forzar un cambio de paradigma.