Más muertos que el pollo frito es un conjunto de fábulas narradas por lo que parecen los ecos de lejanos de distintas voces, impulsadas por la necesidad de contarnos cómo deshabitan el vacío de un presente en el que parece que la espiritualidad y las perspectivas de futuro han acabado por evaporarse del todo. En su mediocridad y su surrealismo quizá podemos encontrar elementos que nos recuerdan a nosotros mismos, a nuestra constante alusión a todo tipo de discursos ideológicos panfletarios, actividades de fin de semana o humanización de las mascotas para intentar camuflar la idea de que el presente es patético, pero el futuro es aún más gris y desesperanzador.