Carolina vive en Madrid. Carolina es activista en una ONG. Intenta ser vegana, medita y usa la fitoterapia para intentar calmarse de todo lo que le duele. A ella le duelen todas las extinciones de los animales y todos los incendios. Y no encuentra su sitio en un mundo en el que solo ve destrucción. No quiere tener novio porque piensa que si se enamora tendrá hijos y si tiene hijos se agobiará porque al mundo le quedan dos telediarios.
La madre de Carolina -Raquel- era reportera de guerra. Murió cuando ella era pequeña. De una explosión en Oriente Medio. A través de Jonás, el fotógrafo que acompañó a Raquel en sus últimos viajes, Carolina comienza a indagar en la vida de su madre y emprende un camino para entender su mundo, para saber por qué seguía viajando a lugares con conflictos bélicos cuando ella era bebé y qué era lo que la motivaba para desempeñar un trabajo lleno de peligros.
¿Conseguirá entenderse a sí misma a través de las respuestas que encuentra?