Humenné, Eslovaquia.
Una mañana de marzo fueron convocadas las chicas judías mayores de 16 años para trabajar como voluntarias contratadas en una fábrica de botas para soldados. Con toda la ilusión de poder ayudar a sus familias comienzan lo que ellas creían una aventura que no se iba a repetir.
Las niñas de Humenné fueron parte del primer convoy que llegó a Auschwitz en 1942.
Fueron las primeras en llegar y las últimas en salir.