Pieza de danza-teatro para todos los públicos donde se observa un símil entre las mentiras del mundo real y los plátanos del submundo por donde estos dos personajes vagan.
Ellos conviven, conversan, esperan, divagan, imaginan, suponen, intentan enfrentarse a sus conflictos internos, dándose cuenta de que no solo son propios, sino compartidos.
Ambos empiezan en puntos distintos sin saber que más tarde o más temprano se encontrarán dentro de una espiral de falsas verdades que inevitablemente se convertirá en un nuevo comienzo.
Antes de nada, que se acabe es… Lo más evidente.