La piel escrita es un monólogo teatral que habla de la lucha por ser uno mismo y los costes de hacerlo cuando esto lleva a ser considerado/da «un monstruo, una deformidad o una aberración de la naturaleza que se debería exterminar» (insultos encontrados en las redes sociales).
Un montaje teatral sobre un personaje transgénero, fronterizo entre el hombre y la mujer pero también entre la vida y la muerte, entre la luz y la oscuridad, entre la juventud y la madurez, entre la plenitud y la pérdida, y que se erige en metáfora de la lucha que todos mantenemos para ser aceptados y percibidos tal como nosotros mismos nos aceptamos y percibimos.
Un espectáculo de imágenes y emociones extremas sobre el combate contra la realidad, contra el mundo de ‘los otros’ y contra el propio cuerpo para hacerlo encajar en la visión que tenemos de nosotros mism@s. Como espectadores asistimos al último acto de resistencia de una mujer que ha construido su identidad conquistando la feminidad que le fue negada al nacer.