Fotos: Oligor y la Microscopía
La melancolía del turista es una descomposición de instantes y de objetos por los que se fija en la imaginación la idea de un paraíso. Surge de un trabajo de campo por algunos lugares vacacionales de los que se recuperaron vestigios que hablan del ascenso y de la caída de esa fantasía mental. ¿Cuántos segundos tardan la confección y la pérdida de un paraíso?
La melancolía del turista es una galería de espejismos de lo que queda detrás de la intensidad de un paisaje sublimado que ya no existe o que nunca existió, de un cuerpo que se difumina en el tiempo y que revive solo a través de residuos de la memoria. Es por eso un cuestionamiento hacia la vida de las imágenes que se producen en nuestra idea de descanso. Pero la melancolía es, también, un estado anímico suspensivo que acompaña la excepción, una fuerza activa que nos lleva hacia el deseo de reinventar y de reinventarnos en esos lapsos en los que se fractura una inercia de las cosas.
He aquí un viaje íntimo para 42 espectadores. Un pequeño escenario a escala de las cosas que aparecen y desaparecen por medio de parpadeos: luces y sombras, imágenes analógicas, mecanismos frágiles, miniaturas de papel y lata. Un ‘teatrito-cine’ delicado, un juego de ensoñaciones, cuya inventiva poética te traslada al instante en el que todos nuestros juguetes estaban vivos…
Shaday Larios, de la compañía mexicana Microscopía, y Jomi Oligor, de Hermanos Oligor, aterrizan por primera vez en el Festival de Otoño con La melancolía del turista. Sin perder el aliento poético tan característico de ambos creadores, la pieza propone una mirada crítica al imaginario del paraíso. Oligor y Microscopía -grandes referentes del teatro de objetos documentales a nivel internacional- exploran así esta fantasía con su lenguaje particular hecho de objetos, mecanismos y miniaturas. En palabras de Shaday Larios: “creemos que lo inanimado tiene alma, y nos interrelacionamos con sujetos invisibles y objetos a los que dotamos de movimiento y significado. Nuestra propuesta nos remite a esa zona, que con los años y la madurez se va reprimiendo hasta desaparecer”.